Nadal sucumbe ante los cañonazos de Tsonga en un partido épico
Arrancó frío Nadal, mientras que Tsonga dominaba sin problemas su saque y se jugaba el pelotazo en cada resto. Fue en el quinto juego y a la quinta bola de break cuando el gigante francés logró romper el saque de Rafa después de un puntazo que tenía perdido. El partido empezaba a torcerse para el mallorquín, que alternaba tiros con el peso del Nadal de siempre con golpes de la versión light de Nadal que hemos empezado a ver este año. El 4-2 para Songa le daba el set sólo con mantener dos servicios más.
Rafa tuvo opciones de recuperar el saque perdido en el octavo juego con dos bolas de break a su favor, pero Tsonga conectó dos buenos servicios y salvó la situación. La derecha de Nadal no corría y se quedada una y otra vez en la red. El francés se ponía 5-3. El español ganó su saque sin grandes apuros, mientras que el francés se dedicaba a coger aire. Con 5-4 en contra, Nadal, demasiado clavado en los desplazamientos laterales, decidió cambiar de zapatillas. Tsonga sacaba para ganar el set y no dio opción alguna al manacorí. Cuatro primeros saques demoledores, un ace, un punto de servicio, una volea sencilla y un error de Nadal en la red le dieron al francés el primer set por 6-4.
Tocaba remontar. Rendirse es un verbo reflexivo que Nadal borró de pequeño de su diccionario. Rafa ganó su saque con autoridad en el primer juego y se puso con 0-40 a su favor para romper el servicio de Tsonga por primera vez. Lo logró in extremis, gracias a un error del francés, que estrelló contra la red una derecha fácil, pero de ésas que le cuesta tanto levantar si le viene la bola por debajo de la cintura. Nadal se ponía 2-0 por delante. En su saque Rafa confirmaba el break más por los errores del francés que por dominio propio. Pero 3-0 y medio set en el bolsillo.
El rosco de Nadal
Cinco bolas de break para ponerse de 4-0 tuvo Nadal. Tsonga sacó sus cañones bajo presión y consiguió salvar las cuatro primeras, pero a la quinta hizo su primera doble falta del partido para perder un juego que duró ocho minutos y medio y que valía un set. Tuvo que sufrir Rafa para ganar su saque y levantar una pelota de rotura para Tsonga, pero al final cayó el 5-0. Nadal restaba para ganar el set y lo hizo con solidez. El francés jugó con segundos saques –doble falta incluida– y Rafa no perdonó la primera bola de set que tuvo: 6-0 y a jugar el tercero. Los 21 errores no forzados de Tsonga le costaban un rosco sin que el manacorí fuera un vendaval de tenis.
Arrancó Rafa como un cohete el tercer set y se marcó su mejor juego al servicio. Era el séptimo juego consecutivo de Nadal. Al octavo Tsonga resucitó con cuatro enormes pelotazos de saque, dos de ellos aces, ante los que el tenista español poco podía hacer. Con 1-1, Nadal vivió la situación más complicada el partido. El francés se ponía 0-40, pero entonces apareció el Rafa de siempre: concentrado, valiente e indestructible. Levantó las tres bolas de break con sus mejores derechas del partido y empezó a gritar «¡¡¡vamos, vamos!!!» por primera vez en el encuentro. El 2-1 sabía a juego de los que valen un partido.
Tsonga había vuelto al partido y conservaba sus saques con autoridad, mientras que Rafa tiraba de oficio para aguantar su servicio con algún apuro que otro. Al octavo juego del se llegó con 4-3 para el español. Nadal se puso 0-30, pero el francés se sujetó a su servicio para poner el 4-4. En el noveno fue el de Manacor quien se vio contra las cuerdas con 15-30, pero entonces apareció el mejor Nadal para sacar de la pista a Tsonga con dos ataques valientes, culminados por muy buenos remates y ponerse 5-4.
El francés salvó su saque para ponerse 5-5 y otra vez le tocaba sufrir a Nadal, que levantó un 15-30, pero se le escapó el juego en la primera bola de break después de un punto en el que la cinta se alió con Tsonga. Iba la vida en cada punto, pero el gigante galo tenía el partido en su saque. Nadal peleó hasta el final y tuvo el juego con 15-30 y segundo saque de Tsonga, pero su derecha cruzada acabó en la red. Aun la volvió a tener Rafa, pero una jugada en la red en la que el francés voló para sacar una volea imposible, ponía la puntilla a un partido épico donde Nadal sucumbió a los cañonazos de Tsonga.