Mutante Cristiano
Un mutante, un ser que ha alterado sus capacidades, su cuerpo y su mente para dominar en un mundo de categoría notable. Cristiano Ronaldo lo ha vuelto a hacer. Los silbidos que tanto le molestan cuando vienen de su público y realizan el efecto contrario en las salidas de su equipo han ayudado a que el proceso de cambio llegue al punto tope, y los goles, la característica innata que acompañará al luso en los próximos cien años, hayan multiplicado las opciones del Real Madrid de repetir título y levantar la Duodécima. Desde una nueva posición, pero siempre con el gol como argumento de peso.
Ya queda lejos, pero en el primer tramo de su carrera, Ronaldo se destapó como un prometedor jugador de banda partiendo desde la derecha, a pierna natural, una banda que le alejaba del gol pero no impidió su ascenso a la élite del fútbol. En el Sporting crecía un adolescente de más de 1,80 que no tenía miedo a desbordar y desbordar, pero el fútbol de Cristiano necesitaba de la banda izquierda para provocar la explosión de todo su potencial. Tarde o temprano llegaría la ciclogénesis.
En el Manchester United se le pudo ver en ambas bandas, pero la izquierda fue ganando peso poco a poco al mismo tiempo que sus cifras subían como la espuma y le confirmaban como uno de los mejores anotadores del mundo. El gol desde la posición de delantero se había acabado, Cristiano estaba reconvirtiendo la profesión a base de voracidad, precisión y potencia en el remate.
El fichaje por el Real Madrid acabó con las dudas sobre la posición de Ronaldo. El luso debía romper moldes desde el extremo izquierdo, su posición, por la que los blancos habían pagado más de 90 millones. El sitio idóneo para marcar una época vestido con la casaca madridista. El «1, 2, 3, ¡Hala Madrid!» que pronunció en su presentación no fue más que el pistoletazo de salida de la comunión histórica entre Cristiano y el Madrid.
Pasaron los años, los goles y los títulos, y Cristiano sigue siendo la referencia absoluta desde el puesto más adelantado de la banda izquierda, pero la inteligencia del ‘7’ madridista en el campo, tan notable como olvidada por algunos, le ha llevado a ocupar cada vez más el carril central del campo. Ronaldo tiene 32 años y sus movimientos ya no son tan amplios ni constantes, pero su capacidad goleadora debe mantenerse intacta.
El reciclaje hacia la posición de delantero centro ha sido solicitado en repetidas ocasiones, pero la realidad es que, gracias al sublime plan de dosificación planeado por Zidane y su cuerpo técnico, Cristiano ha encontrado entre la posición de ariete y la banda izquierda el lugar donde seguir gobernando la Champions League.
La leyenda del gol y la Champions
Sus tres goles al Atlético, sumados al repóker logrado frente al Bayern en cuartos permiten confirmar que el Real Madrid sigue gozando del mejor rematador del mundo y uno de los mejores de la historia en su equipo, pero también, que la evolución de este está encaminada a acabar siendo un delantero centro de área, posiblemente el mejor del mundo en esa posición.
Por ello, en el seno del club blanco, los nombres que suenan para reforzar el ataque son los de hombres de banda o segundos delanteros, porque la posición de ‘9’, aunque siga llevando el ‘7’, terminará siendo territorio de Cristiano, un mutante que quiere seguir dominando el mundo vestido de blanco.