Mundial 2018: Dinamarca y Eriksen sacan un punto ante Australia

Lo intentó Australia, pero no pudo pasar del empate (1-1) ante una Dinamarca que de nuevo volvió a dejar dudas. Pese al gol tempranero de su estrella, Christian Eriksen, las sensaciones del jugador y de la propia selección no son las mejores de cara a unos octavos de final que tienen más cerca. Igualó la contienda Jedinak, gracias a un tanto de penalti en el que de nuevo fue necesario el VAR, al que recurrió el español Mateu Lahoz, que hizo una buena labor en el arbitraje. Merecieron menos los nórdicos, que se encontraron con una falta de pólvora del rival que fue determinante.

Partido muy entretenido el que ofrecieron Dinamarca y Australia. Los daneses necesitaban la victoria para llegar desahogados a la última jornada, mientras que la derrota dejaba fuera a los socceroos a las primeras de cambio. Y de ahí que el ritmo del partido se fuese incrementando con el paso de los minutos.

Dinamarca tiene algo con lo que no cuentan los demás -la determinación de Eriksen- y desde el principio lo hicieron valer. El jugador del Tottenham dejó en el primer partido serias dudas, pero pareció  borrarlas de una tacada nada más empezar el partido. En una buena maniobra del ’10’ de Dinamarca, dejó pasar un balón de Delaney para Jorgensen, éste tocó de cara con él, que entraba libre de marca al área y fusiló a Ryan.

Nada más lejos de la realidad. El golazo hacía que volviera a quedar patente la calidad del jugador, pero dejo ver pocas muestras más. Sus errores en la creación comenzaron a aparecer y su selección lo notó. A ello hay que sumar que el marcador dejaba contra las cuerdas a los de las antípodas, que se vieron obligados a reponerse del golpe encajado y contestar. Comenzaron a llegar tímidamente sobre la portería de Kasper Schmeichel, pero el verdadero peligro lo ponía su rival en cada acción que se asomaba a área.

Mateu y el VAR

Hasta que Mateu Lahoz recibió un aviso del VAR. Entonces cambió el guión y definitivamente el partido. El español se había comido una mano clara de Poulsen en su área y tras verlo decretó el penalti. Otra vez la tecnología era clave en un partido de Australia, aunque esta vez para favorecerles. Fue Jedinak el encargado de transformar la pena máxima, que devolvía las esperanzas de estar en octavos de los oceánicos.

Nos íbamos al descanso con 1-1 y con la sensación de que, aunque por momentos el control había sido australiano, el peligro real lo había llevado una Dinamarca que no debería confiarse. Y es que los Van Marwijk salieron a por todas en los segundos 45 minutos. Dominaron y crearon verdadero peligro sobre la meta danesa, aunque tal y como sucedió en la primera mitad, los acercamientos de Pione Sisto y Poulsen alertaban bastante. 

Desde la banda derecha encontraron los australianos el carril que necesitaban para llegar a la meta de Schmeichel. Méritos no les faltaban, pero nadie aparecía en el área para rematar alguno de los balones que se paseaban continuamente delante de la portería. Y si lo hacían, ahí estaba el guardameta del Leicester para atajar la pelota. Así lo hizo en las dos ocasiones seguidas que tuvieron para cambiar el símbolo del partido los socceroos en los últimos instantes.

El gol faltó en las botas de una selección de Australia que, a falta de lo que suceda en el Francia-Perú, se complica su futuro en Rusia. Dinamarca da por bueno el empate, siempre y cuando les bleus hagan valer su condición de favorito para vencer a los andinos.