Mourinho tenía razón: Barcelona es la ciudad del teatro
«Barcelona es una ciudad cultural con muchos teatros». Esta frase podría haber sido pronunciada por cualquiera de los guías turísticos que trabajan en la Ciudad Condal día tras días pero no, es una de las más famosas citas célebres de José Mourinho, que volvió a ser recordada por muchos madridistas en la madrugada del domingo al lunes.
Hace más de diez años -21 de febrero de 2006, concretamente-, el entonces entrenador del Chelsea se quejó de esta peculiar forma de la expulsión de uno de sus jugadores, el español Del Horno, en los octavos de final de la Champions League, con referencia a Messi. Ahora, a uno de sus posteriores equipos, el Real Madrid, le viene a la memoria después de lo vivido con De Burgos Bengoetxea en la ida de la Supercopa de España.
Al margen de la surrealista expulsión de Cristiano Ronaldo en el Camp Nou, todas las miradas se centran en Luis Suárez. El delantero uruguayo volvió a hacer de las suyas con un piscinazo digno de concurso con el que el árbitro además picó.
La academia de actores en Can Barça siempre estará representada. Si uno de sus protagonistas como Neymar se marcha, otro de la obra teatral como el charrúa -que ya ha demostrado sus dotes de interpretación en varias ocasiones- coge su papel sin problemas.
Busquets y Jordi Alba, sus maestros
Una de las asignaturas troncales cuando entras en La Masía es el teatro. Desde pequeños, los futbolistas aprenden cómo fingir y engañar de esta forma al árbitro, como volvió a demostrar Luis Suárez este domingo y eso que no es canterano del Barcelona.
Sí lo son Jordi Alba y Sergio Busquets, que bien han podido enseñar estos trucos al uruguayo en las dos últimas temporadas en las que han compartido vestuario. De nuevo, José Mourinho tenía razón… y ya van unas cuántas.