Messi estará en el banquillo del Bernabéu, pero sólo jugará si es “imprescindible»

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Messi se va de Isco y Modric en el último Clásico del Bernabéu. (Getty)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Tic, tac, tic, tac. El reloj de Messi va descontando los minutos que faltan para llegar al Clásico, mientras que el argentino acelera para llegar al día D: el 21 de noviembre. Será entonces cuando Real Madrid y Barcelona diriman su primer partido del siglo de esta temporada en el Bernabéu. Y allí estará el argentino, al menos de cuerpo presente. Messi viajará a Madrid entre los convocados, «aunque sólo sea para meter miedo», según confiesa un miembro del cuerpo técnico de Luis Enrique.

A diez días del Clásico, las sensaciones de Messi son buenas, aunque apenas hace un par de días que ha empezado a tocar balón. Leo viajará a Madrid, aunque Luis Enrique se lo guardará en el banquillo del Bernabéu. La idea del técnico azulgrana es jugar con el efecto intimidatorio que ejerce Messi en el eterno rival, ya que es el futbolista que más goles ha marcado al Real Madrid en toda la historia.

Luis Enrique quiere utilizar la táctica del Calderón. Entonces, Messi acababa de ser papá por segunda vez y apenas si se había entrenado con el equipo durante la semana, así que el técnico le dejó, previo permiso de Messi, en el banquillo del Vicente Calderón. Leo era la bala en la recámara que el entrenador azulgrana pensaba utilizar si las cosas se complicaban.

«Si Messi juega el Clásico, el riesgo de recaída es elevado», dice el médico de la selección argentina

A Luis Enrique le salieron los planes tan bien como al del puro del Equipo A. Messi saltó al césped del Calderón en el minuto 60. En las gradas rojiblancas estalló un silencio atronador. El partido estaba 1-1. Dominaba el Barça, pero con la sensación de que se escapaban los minutos sin que tuvieran ocasiones de peligro. La salida de Messi provocó un terremoto en el campo y pavor en las filas rojilbancas. El encuentro cambió y los azulgrana acabaron ganando el partido con un gol, como no, de Leo Messi.

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Leo Messi, sentado en el banquillo en el partido de Liga en el Calderón. (Getty)

Messi progresa adecuadamente. «Está cada día mejor y los plazos se van cumpliendo», dicen desde su entorno familiar. Se entrena cada día en la ciudad deportiva del Barça, mientras sigue los cuidados de los fisioterapeutas de la selección argentina, con quienes mantiene una estrecha relación personal. Son los mismos que recuperaron a Messi hace dos temporadas cuando se marchó 40 días a su país a tratarse su lesión muscular el año del Mundial de Brasil.

“La lesión no depende de él”, dice uno de estos fisios, aunque las sensaciones son muy positivas. Messi quiere estar (y estará) en el Bernabéu, pero la prescripción médica y la prudencia de Luis Enrique aconsejan que el argentino sólo salte al césped «si es imprescindible». Será una especie de Cid campeador azulgrana.

Por su parte, el jefe de los servicios médicos de la selección argentina, Homero de Agostino, ha sido rotundo al informar de que si Messi juega en el Bernabéu corre un riesgo enorme de acabar recayendo de su lesión de rodilla: «El riesgo de recaída si Messi juega el Clásico es elevado», dice. El doctor duda de que Messi «pueda llegar en condiciones para jugar El Clásico. El problema estará cuando el jugador le dé con la cara interna del pie, que reproduce el mecanismo de lesión. No creo que el problema sea físico, sino futbolístico. Aunque sea Messi, tiene que recuperar el ritmo con el balón», señaló en declaraciones a la cadena SER.

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