Memphis vuelve a salvar al Atlético en su primer partido completo
Un gol del holandés en el minuto 90 saca al equipo de un atasco monumental
Simeone reservó a muchos titulares y los suplentes no estuvieron a la altura
El bautismo de Vermeeren en el Atlético duró 45 minutos y acabó con mala nota
Un año después de llegar al Atlético Memphis Depay jugó ayer su primer partido completo, y lo celebró marcando un gol en el minuto 90 que ha dado a su equipo tres puntos fundamentales para mantener el tercer puesto y llegar con ciertas opciones al derbi del domingo. El holandés sigue progresando y parece haber dejado atrás las lesiones. Si eso es así Simeone ha ganado para la causa a un delantero descomunal, de los que marcan diferencias. Ayer lo volvió a demostrar en una noche muy gris del equipo en la que Vermeeren debutó con mala nota y en la que el Cholo reservó a muchos titulares. Quizás a demasiados.
Simeone rompió todos los esquemas con una alineación imposible de pronosticar: Griezmann se quedó en el banquillo, Hermoso se desplazó al centro de la defensa, Memphis y Correa formaron pareja arriba y, para sorpresa general, el belga Vermeeren apareció como medio centro en el puesto de Koke recogiendo unos galones que nadie podía ni imaginar que se le entregarían tan pronto, pero parece que el Cholo considera que ya está preparado.
Tantas novedades había de salida que el equipo se sintió raro durante muchos minutos. El Rayo lo percibió y sacó las garras para herir al Atlético aprovechando su momento de debilidad. Witsel tuvo que cruzarse ante Álvaro en una llegada peligrosa y Isi cabeceó alto en otra. Con Vermeeren perdiendo un balón tras otro y arriesgando con taconazos al lado del banderín de córner el equipo careció de fluidez y se metió en un agujero negro del que le costó mucho salir.
La luz apareció al final del túnel justo al paso por el minuto 15. Correa tuvo el 1-0 en un remate muy escorado que le sacó Dimitrievski después de que Barrios levantara al estadio con dos regates de fantasía. De repente el Atlético recuperó la fe y el Rayo empezó a sufrir hasta que por fin, a los 36 minutos, llegó lo que se veía venir desde hacía un buen rato: Riquelme sacó una falta desde la izquierda y en el punto de penalti apareció el rematador más inesperado, el mozambiqueño Reinildo Mandava, para adelantarse a Lejeune y cabecear a la red.
El 1-0 reconfortó a Simeone y pareció conducir al equipo por el camino que deseaba. Sin embargo, cuando peor pintaba el partido para el Rayo, Chavarría entró por la izquierda y cedió a Álvaro para que el extremo soltara un zurdazo de tanta violencia que Oblak solo pudo seguirlo con la mirada. De repente fue necesario resetear y volver a comenzar desde cero.
El bautismo de Vermeeren en el Atlético duró 45 minutos como era de esperar viendo su rendimiento en la primera parte. Nahuel ingresó en el partido y Llorente ocupó el lugar en el campo del belga desplazando a Pablo Barrios al medio centro mientras seguían en la reserva jugadores claves como Koke, De Paul y, por encima de todos, el francés Griezmann.
Simeone aguantó 12 minutos con lo que tenía en el campo, pero acabó claudicando y recurriendo a sus más fieles pretorianos. Lino, Griezmann y De Paul se sumaron al partido, pero cuando ni siquiera habían entrado en contacto con el balón el Rayo enmudeció el estadio en un robo de Álvaro que le dejó solo ante Oblak, pero el autor del gol del empate, muy presionado por Reinildo, quiso sorprender al meta esloveno con una vaselina que no llegó a ninguna parte.
Los cambios no mejoraron absolutamente nada a un Atlético totalmente obtuso que se enredó en la tela de araña que tejió un Rayo muy ordenado que incluso se atrevió a aventuras más allá de su terreno. El Cholo, muy preocupado, no tuvo otro remedio que llamar a su lado a Koke. A los 69 minutos el equipo recuperó su dibujo habitual, pero no su ritmo ni su altura de presión. Dimitrevski no había pasado en toda la segunda parte por el menor apuro. No ya el resultado, sino la actitud, era realmente preocupante.
La situación fue a peor y el Rayo se acercó en varias ocasiones al 1-2 mientras en el Metropolitano crecía un continuo murmullo de desaprobación. Memphis pareció haber encontrado la solución con un gol milagroso a los 81 minutos, pero el VAR volvió a frustrar al Atlético anulando la acción del holandés por un fuera de juego milimétrico.
El resultado parecía inamovible porque al equipo el gol anulado le sentó mal, pero justo al paso por el minuto 90, en una jugada sin peligro aparente, Griezmann metió un balón al corazón del área y allí de nuevo Memphis, ahora en posición legal, se adelantó a los dos centrales para meter la puntera y sorprender a Dimitrevski, que reaccionó muy tarde. Un gol salvador que permite mantener la tercera posición e ir al derbi con opciones todavía de pelear por el premio gordo de la temporada.