Marc Soler recupera el orgullo para España en Bilbao

Marc Soler cierra un círculo de pesadilla para España en la quinta etapa de la Vuelta a España. El mayúsculo ciclista catalán de UAE Emirates se impuso en la meta de Bilbao gracias a una actuación épica en la que llegó a la fuga desde atrás, atacó contra todo pronóstico en el Alto del Vivero y acabó levantando los brazos en plena Semana Grande para sumar la primera victoria española en dos años en una Gran Vuelta. Rudy Molard, que llegó en la escapada por detrás de Marc, es el nuevo líder en un día de descanso para el pelotón, con Roglic y Jumbo cediendo gustosos el maillot rojo.

Desde el 24 de octubre de 2020, cuando Ion Izagirre levantara los brazos en la Vuelta del coronavirus, un español no lograba una victoria parcial en una de las grandes. Tenía que ser en la Vuelta y tenía que ser Soler, quien abandonado ya su intento de ciclista de tres semanas se centra en los parciales y ya conquistó su primera etapa precisamente en aquella ronda y ahora, dos años después, vuelve a triunfar con una exhibición si cabe superior a la de la de 2020. 120 etapas después, el ciclismo patrio vuelve a sonreír en un parcial.

En Bilbao esperaba la meta de una etapa rompepiernas en la que se preveía el avance de una fuga, una vez Jumbo ya había rotado el maillot de líder entre sus gregarios y hasta llegar a Roglic. Convenía, de cara a no desgastar el equipo, ceder el privilegio a algún valiente escapado y varios de ellos de primer nivel, como Rudy Molard, Fred Wright o Darryl Impey, se marcharon por delante en busca de un triunfo de etapa y, en el caso de los dos primeros, también con la lucha por el rojo en juego.

No reaccionó a la primera un Marc Soler que atacaría desde atrás sabedor de que su pérdida de la jornada anterior, superior a los diez minutos, le daba el margen necesario para buscar la machada. Logró la primera misión con un esfuerzo titánico de reducción de ventaja con la fuga y aunque una vez asentado en ella sufrió en las ascensiones, la última subida al Alto del Vivero le daría una oportunidad de oro que no pensaba desaprovechar.

Stewart se había marchado por delante de los fugados mostrando un cansancio que derivó en la confianza desde atrás. Era una presa asumible y el parón dejó entrar de nuevo con los favoritos a Soler, que no se lo pensaría y tiraría hacia adelante abriendo una ventaja que nunca fue mayor de 15 segundos.

La épica tendría que hacer acto de presencia para imponerse a un desfallecimiento posible, incluso probable, en las piernas cansadísimas del ciclista de UAE. Sin embargo, los bemoles de Marc Soler pudieron más y kilómetro a kilómetro fue aguantando por las calles que llevan a Bilbao, hasta poder levantar los brazos, recuperando el orgullo para el ciclismo español en una de las metas de tronío de la Vuelta a España.