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Llull se da un baño turco en el Palacio (90-81)

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Sergio Llull entra a canasta ante Guler. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Sufriendo, las victorias saben mejor. El Real Madrid sumó su cuarto triunfo en Euroliga tras imponerse al Galatasaray por 90-81 en un partido muy trabado en el que los blancos hicieron contar su calidad en los minutos finales para llevarse el gato al agua. Sergio Llull, una vez más, fue el mejor de los jugadores de los de Pablo Laso, con 23 puntos.

Con Llull en la dirección y Randolph dominando los alrededores del aro madridista, el Real Madrid contrarrestó el acertado inicio de su rival, motivado y sin nada que perder después de cuatro derrotas en sus cuatro primeros partidos de Euroliga. Con un quinteto muy físico, Galatasaray pronto mostró que había venido al Palacio a llevarse su primer triunfo, y con un triple de Micov tomaba una mínima ventaja al final del flojo primer cuarto.

La defensa madridista se mostraba permisiva en dos de las facetas más importantes del juego: el triple y el rebote defensivo, y Vladimir Micov, pretendido por el Real Madrid hace dos temporadas, se disfrazó de verdugo con 14 puntos en una primera parte difícilmente repetirle por parte del búlgaro.

La convocatoria de Laso dejó fuera en esta ocasión a Draper, pero en su lugar tomó los mandos de la segunda unidad a un Luka Doncic que, cuando peor estaban las cosas, sacó su repertorio para asistir, lanzar y machacar, haciendo realidad la reacción del Madrid, que le dio para acercarse notablemente en un marcador que instantes antes prometía con subir los diez puntos de ventaja para Galatasaray.

La igualdad marcó el inicio del segundo tiempo, con el Madrid sin poder encontrar a nadie más que Llull que pusiera una marcha más al partido. Galatasaray, a base de lucha y fuerza, hacía sobrevivir un liderato que no estaba al nivel de un partido de Euroliga.

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Ayón lanza a canasta con la oposición de Schilb. (EFE)

Llull para ganar

Pero, como siempre, apareció Llull. El que estaba siendo mejor jugador del partido subió su nivel hasta lo inalcanzable para su rival. Ocho puntos consecutivos del menorquín pusieron al Madrid por delante, al tiempo que al Palacio en pie. Como tantas otras veces. Los 23 de Sergi llegaron para cerrar un cuarto que dejaba el partido favorable pero totalmente abierto. (66-64)

El miedo a perder comenzaba a palparse en el Barclaycard Center, ambos equipos temblaban en sus ataques, hasta que apareció la versión estelar de Rudy, que con dos triples hizo que nadie echara de menos al Increíble Llull. Dentmon con un triple inverosímil a una pierna trató de desafiar a Randolph, que se la devolvió en la siguiente jugada. Galatasaray seguía vivo en el encuentro, pero el Madrid amenazaba con sacar su versión Showtime.

La que salió finalmente fue la versión del niño, de Doncic, del que nadie se pregunta ya por qué juega los momentos importantes cada partido. La flojera en defensa permitía a los turcos igualar todo lo que el Madrid iba construyendo a base de talento, pero primero Randolph y luego Doncic encargaron una victoria que Rudy se encargó de cerrar sobre la bocina (90-81). Sufriendo también vale.

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