Las razones por las que el Madrid de Zidane es mejor que el de Benítez
En apenas un mes, con la llegada de Zinedine Zidane al Real Madrid todo ha cambiado. En apenas cuatro partidos en el banquillo los síntomas de mejora son más que evidentes y el madridismo ha recuperado la ilusión perdida al comienzo de temporada con los resultados cosechados en la etapa con Benítez.
Las tres victorias con goleada en el Santiago Bernabéu no han hecho más que evidenciar que las cosas no funcionaban con el entrenador madrileño al mando y que un nuevo impulso desde la banda era necesario.
1. Plantilla unida en torno al entrenador
Una de las principales causas de la mejoría ha sido la unión de una plantilla desilusionada y enfrentada a su entrenador. Zidane ha devuelto la sonrisa a unos jugadores que se han motivado en torno a la leyenda madridista para intentar pelear por la Liga y soñar con la Undécima. Los jugadores han reconocido que con el francés tienen un feeling inexistente con Benítez.
El capitán Sergio Ramos reconoce que hay «muy buena relación con Zidane» y que eso «te motiva a la hora de entrenar», mientras que Modric admite que «cada consejo que da es un tesoro». Los jugadores que no gozan de muchos minutos como Kiko Casilla también tienen palabras de elogio. «Con solo mirarle ya sabes lo que quiere», asegura el portero.
2. El equipo ha mejorado físicamente
La gran misión de Zidane al tomar el mando del vestuario fue trabajar el aspecto físico de la plantilla. El técnico galo quedó preocupado por el estado de algunos jugadores, especialmente Danilo, Kroos y James, y diseñó una ‘minipretemporada’ para mejorar la preparación.
Por ello, en las últimas semanas se ha convertido en habitual ver a los jugadores calzarse las zapatillas para realizar trabajo de fuerza-resistencia y circuitos de musculación. Los futbolistas están sorprendidos con los métodos de Bernardo Requena, el nuevo preparador físico que quiere que los jugadores estén a tope en el momento cumbre de la temporada.
3. Una clara idea de juego: pases, presión y ataque
El Real Madrid ya sabe a qué juega. Con la llegada de Zidane ha mejorado la relación entre técnico y jugadores y por tanto la compresión del mensaje que pretende el banquillo. El francés aseguró desde el primer momento que quería que su equipo fuese ofensivo y los resultados no se han hecho esperar.
Los jugadores entienden mejor sus labores defensivas, los laterales se incorporan al ataque y el nuevo sistema se adapta a la perfección a sus características. Los blancos apuestan por el toque, sacan el balón jugado y buscan la portería rival sin contemplaciones. Con Zidane, el Real Madrid marca más de cuatro goles de media, mientras que con Benítez el ratio era de 2,6.
4. Comunión con el Santiago Bernabéu
El estilo de juego y los buenos resultados han ilusionado de nuevo al Bernabéu. Cada partido en casa se había convertido en un juicio al entrenador y muchos jugadores se empezaban a ver también señalados ante los resultados. Fue aterrizar el francés y todo cambió.
Cuando el Madrid vuelve a jugar en su estadio el madridismo se viste de fiesta. El nombre de Zidane es ovacionado cuando se recita por megafonía y los aficionados disfrutan con los goles de su equipo. Esa comunión con el Bernabéu puede llegar a ser determinante en los momentos decisivos. Nadie olvida la remontadas en Europa, de las que Zidane también ha sido protagonista.
5. Recuperación de los jugadores clave
Pese a que Zidane siempre destaca la importancia del equipo, uno de sus principales objetivos ha sido recuperar a los cracks desaparecidos. Entre ellos se encuentran Toni Kroos y Luka Modric, los motores del equipo, Isco y James, el talento en la mediapunta, y Cristiano Ronaldo, el hombre gol.
Los resultados de su trabajo individual con ellos también están dando resultado. CR7 firmó un espectacular hat-trick contra el Espanyol que le coloca en lo más alto de la lucha por el Pichichi. También se vio uno de los mejores partidos de James, al que comienza a notársele la mano dura de Zidane en la sesiones de trabajo. Isco, un jugador desencantado y habitual del banquillo, ha pasado a ser pieza clave y titular en los cuatro partidos de la era Zizou.
Con Kroos y Modric Zidane ha trabajado en su colocación sobre el césped y la recuperación de balón. Los dos jugadores han recuperado la confianza, se les nota más sueltos a la hora de jugar la pelota y el Real Madrid carbura gracias a su dinamismo y precisión.