Koeman se gana el despido

Ronald Koeman se ha quedado sin argumentos para seguir al frente del Barcelona. El técnico holandés ha sumado cinco puntos de los últimos 12 en Liga dilapidando las opciones culés de ganar la Liga. El tulipán, tras sólo haber ganado el título de la Copa del Rey esta temporada, tiene pie y medio fuera del club azulgrana tras no haber conseguido imponer sus ideas ni haber enamorado a la afición con su fútbol.

El Barça, en el mejor de los casos, igualará con Koeman en Liga los 82 que sumó la temporada anterior que se dividió entre el despido de Ernesto Valverde y el petardazo que supuso la contratación de Quique Setién. El holandés ha sido incapaz de solucionar los graves problemas defensivos del equipo –pese a jugar con cinco defensas gran parte de la temporada– habiendo encajado una media de un gol por partido y no dejando la portería a cero en los últimos siete partidos con la excepción del empate a cero con el Atlético.

Koeman no tiene ni la excusa de la posible salida de Leo Messi. El argentino ha rendido a gran nivel en esta Liga siendo el pichichi nuevamente con 28 goles, pero el delantero ha estado excesivamente sólo en los momentos decisivos. Griezmann no ha brillado lo esperado, Dembélé ha estado intermitente y Ansu Fati apenas ha jugado en un equipo que ha tenido las buenas noticias de Pedri e Ilaix, aunque pedir a dos chicos de 18 años que cojan el timón era una apuesta muy arriesgada.

El técnico holandés se marchará este verano habiendo dejado varias heridas graves en su historial. El 1-4 del Paris Saint Germain en los octavos de final de Champions no se ha olvidado ni tampoco las dos derrotas contra el Real Madrid ni la caída en la final de Supercopa ni por supuesto un 0-3 contra una Juventus en ruinas en el Camp Nou.

Koeman ha tenido su oportunidad de salvar la temporada ante los peores Atlético y Real Madrid que se recuerdan. El héroe de la primera Copa de Europa culé no ha podido reescribir su historia de gloria en un club que debe afrontar un proceso de reestructuración. Messi, pese al regreso de Laporta, ya sabe que el proyecto ganador que tanto ansía no está en Barcelona. Deberá decidir, aunque ya sabe que Koeman no vivirá para influir en su futuro.