UEFA Nations League: Italia – España

Recreo en San Siro

Victoria histórica de España ante Italia en San Siro, la primera de nuestra historia en partido oficial en territorio italiano

Espectacular doblete de Pau Torres y sobresaliente debut del joven Gavi, el más precoz en la historia de la selección

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Crónica: Recreo en San Siro

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España venció 1-2 a Italia en San Siro.

La España de los niños salió al patio de San Siro como si fuera al recreo. Y vive Dios que la selección de Luis Enrique se recreó ante Italia a la que derrotó con autoridad, solvencia y brillo. Espectacular doblete de Ferran Torres en la primera mitad y sobresaliente debut del jovencísimo Gavi, el más precoz en la historia de la selección. La expulsión de Bonucci justo antes del descanso dejó sin opciones a la azzurra.

A Luis Enrique le pasa lo que a Pocholo: le va la marcha. Le pirra. Le flipa. Que la prensa se echa las manos a la cabeza por convocar a Gavi después de dos avemarías en la élite, pues Gavi titular. Como tiene más concha que un galápago y se siente cómodo cuando convierte la sala de prensa en un campo de minas, a Lucho le importa una higa lo que digan los periodistas.

Ya lo avisó el seleccionador español en la previa del Italia-España este de fogueo. «No os leo porque sé más de fútbol que la mayoría». Verdad lo segundo y mentira cochina lo primero. Por mucho que las opiniones periodísticas le parezcan fruslerías, Luis Enrique lo lee y lo escucha todo. Y tiene hecha la radiografía del quién es quién de los reporteros que siguen a la selección y de los que hablan y/o escriben sobre ella.

El caso, que me enredo, es que Luis Enrique apostó por un once ante Italia que eran Gavi y diez más. Les enumero los once que acabamos antes: Unai Simón; Azpilicueta, Laporte, Pau Torres, Marcos Alonso; Busquets, Koke, Gavi; Oyarzabal, Sarabia y Ferran Torres. Y con esa alineación nos medíamos a Italia, la campeona de Europa, la que nos apeó de la Eurocopa en los penaltis el día que mejor jugamos. Ellos tampoco jugaban con los de siempre porque faltaba Chiellini y una Italia sin Chiellini es menos Italia.

El caso es que dieron las 20:45 y echó a rodar el balón en San Siro. Pronto descubrimos que las posiciones de los tres de arriba de España eran más cambiantes que las de Pedro Sánchez. Cualquiera de los tres –Oyarzabal, Sarabia o Ferran– ocupaba el puesto de falso nueve.

Italia atosiga

La primera ocasión fue para Italia tras una estúpida pérdida de balón de Gavi ante la presión de Emerson, que se lo merendó en un pispás. Le robó el bocadillo en el patio y asistió a Chiesa, cuyo disparo abajo lo repelió con apuros Unai Simón. Fue el primer aviso, seguido de otros dos similares tras sendas pérdidas del equipo español en campo propio.

Italia estaba en su salsa. Presionaban, atosigaban, asfixiaban a la selección español en medio campo. Respondió España con un par de buenas acciones por nuestra banda izquierda. Marcos Alonso conectó con Sarabia, que asistió a Oyarzabal en el punto de penalti, pero su remate tocó contra un defensor italiano.

La jugada espoleó a España, que encontró lo que le falta al PSOE: un camino coherente por la izquierda. Ahí Marcos Alonso, que había arrancado el partido como un tiro, se encontró con Oyarzabal en el 16. El jugador de la Real Sociedad remontó la banda, levantó la cabeza y la puso al área para que Ferran Torres, que se asomaba emboscado de segunda línea, conectara con la pelota de primeras y anotara el 0-1.

Un minuto después casi hacemos el 0-2 en una cantada de Donnarumma. Al meta del PSG, silbado por San Siro desde el minuto uno, se le escapó de entre los dedos un disparo facilón de Oyarzabal. Le salvó que tenía detrás el poste para evitar el 0-2.

Ferran golpea primero

Italia acusó el golpe y se quedó diez minutos sonada. No espabiló hasta la media hora cuando Bastoni tuvo un cabezazo en el primer palo a la salida de un córner, que se marchó desviado por poco. También en el 33 la tuvieron los italianos cuando Bernasdeschi buscó el palo corto de Unai Simón, que metió una buena mano para desviar el tiro precisamente al poste. Un minuto después Insigne perdonó el 1-1 en un mano a mano que envió al cielo de Milán.

España había perdido el control del partido, a pesar del enorme despliegue físico del debutante Gavi, que estaba devolviendo a Luis Enrique toda la confianza depositada en sus espaldas de menor de edad. Italia decidió entonces pegarse un tiro en el pie en el minuto 40 cuando Bonucci, que estaba amonestado, pegó un codazo alevoso a Busquets en las narices del árbitro, que no tuvo más remedio que mostrarle la segunda y mandarle al vestuario.

Bonucci se pega un tiro en el pie

Italia pagó cara la estupidez de Bonucci y España les hizo lo que otras veces nos han hecho a nosotros: penalizarles. Fue en el 46, justo al filo del descanso. De nuevo la jugada nació por la izquierda en un buen robo de balón de Marcos Alonso. El lateral del Chelsea se apoyó en Oyarzabal, que volvió a ponerla medida al área para que allí Ferran, esta vez de cabeza, hiciera el 0-2 y casi pasaportara el pase de España a la final de la Nations League.

El descanso fue un mazazo para Italia y a la vez un alivio. Volvimos del entretiempo con una mala noticia para España: la lesión de Ferran Torres. Luis Enrique hizo debutar a Yeremi Pino, que ha empezado la temporada como un tiro en el Villarreal.

España se dedicó a tocar la pelota y bailar a Italia. Era como estar en el patio del colegio en mitad del recreo. Gavi se crecía, se ofrecía, pedía todas las pelotas. Se gustaba. Los italianos perseguían sombras en la oscuridad. Luis Enrique disfrutaba porque le había salido bien la apuesta.

España torea a Italia

La selección toreaba a Italia y los italianos embestían. La última media hora de partido podría ser un encierro para La Roja. La azzurra sólo podía hacernos daño en una contra perdida como la que finalizó Chiesa con un tiro envenenado al poste. Menos mal que era fuera de juego.

Oyarzabal tuvo en su cabeza el 0-3 tras una asistencia genial de Yeremi Pino. El remate del genial mediapunta realista lamió por fuera el poste derecho de Donnarumma. Italia, perdida y desesperada, se dedicó a pegar y a provocar. Luis Enrique metió al campo a Mikel Merino y Bryan Gil por Koke y Sarabia.

En el 77 tuvo en sus botas Marcos Alonso el 0-3 después de una buena contra. Lo evitó Donnarumma con una soberbia mano abajo. Y entonces se cumplió la ley del fútbol: el que perdona, lo paga. Y España lo pagó en una contra que nos comimos tras un córner a favor. Replegamos mal, Pau Torres cometió un error grosero y Chiesa aceleró la contra hasta plantarse solo en el área española. Cuando llegó, se la puso a Pellegrini para hacer el 1-2.

Vibraba San Siro. Exhibía su orgullo Italia, dispuesta a morir de pie por mucho que España les hubiera arrodillado por muchos momentos con su fútbol. La selección de Luis Enrique no se arredró por el gol postrero de Italia y recuperó el control de la pelota para que los minutos finales se jugaran cerca del área de Donnarumma.

Al final, misión cumplida. Victoria de España en San Siro, la primera de nuestra historia en partido oficial en tierras italianas, y pase para la final de esta cosa llamada UEFA Nations League. Allí nos esperará Francia o Bélgica, aunque esa ya será otra historia. Y se la contaremos el domingo. Dios mediante.

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