Isco + James = Coutinho
El Real Madrid, ejemplo de planificación y gestión deportiva en los últimos años, ya ha puesto sus miras en la próxima temporada y a su entrenador, Zinedine Zidane, se le cuela una sonrisa solo de pensar en Philippe Coutinho, el jugador que lidera su radar y al que le encantaría tener a sus órdenes en el equipo blanco.
El hecho de que el Madrid pueda interesarse por el talentoso brasileño no solo se corresponde a su calidad, sino que podría, en un best case, resolver la ecuación que tantos problemas les ha dado a los técnicos del vigente campeón de Europa en los últimos años: Isco+James = Coutinho.
Coutinho se define por sí mismo. El ser en estos momentos la estrella del Liverpool, actual líder de la Premier League significa estar entre los mejores jugadores del mundo, y que su ADN brasileño no le haya impedido triunfar en Inglaterra también suma puntos a favor en cuanto a desparpajo –coherente con su nacionalidad– y continuidad.
Esto no quiere decir que el nivel de Isco sea inferior que el de Coutinho, de hecho el español, hasta el momento, posiblemente haya demostrado más en el fútbol que su compañero de generación –ambos del 92–, pero Philippe sí se puede convertir en un sustituto o alternativa inmejorable para el malagueño, incluso un gran compañero de baile –ambos podrían jugar juntos–.
Las similitudes de Coutinho con el ’22’ madridista son claras. Si ves un partido del brasileño parece en varios tramos que se trata de la versión eminentemente vertical de Isco Alarcón. El jugador madridista, menos eléctrico pero con mayor nivel para aguantar y combinar con los compañeros, tiene como posiciones de partida las mismas que el jugador del Liverpool. Ambos desplegan su mejor juego desde la mediapunta o escorados a la izquierda en un 4-3-3, como centrocampistas más ofensivos.
Sin embargo, hay una cualidad que no tiene Isco con la que sí cuenta Coutinho y que precisamente le acerca a otro centrocampista madridista de talento como James Rodríguez, el disparo. Philippe Coutinho, menudo y medianamente ligero –como Isco–, tiene en su chut a portería al argumento que le ha abierto las puertas de una competición tan física como la Premier League. Criticado en sus comienzos, los goles desde fuera del área, su marca registrada, le han permitido primero sobrevivir y después prácticamente registrar una marca en Inglaterra con su forma de golpear el balón desde la larga distancia.
Hacer ‘un Coutinho’ ya está patentado con la definición de disparo espectacular en el que aparentemente no se imprime velocidad al balón, pero que acaba entrando en la portería de forma endiablada. Esto es precisamente lo que le permitió a James destacar con Colombia en el Mundial 2014, hacerse un hueco en el once inicial madridista a su llegada, imponiéndose a la feroz competencia en el club blanco, y actualmente seguir llamando a la confianza de aficionados y cuerpo técnico a pesar de que su estado de forma y acierto distaba mucho de ser el idóneo.
Perfecto para el Bernabéu
Las cifras respaldan a Philippe, que lleva seis goles en los 12 partidos en los que ha participado en la presente temporada, mostrando un porcentaje cara a puerta de los que gustan y mucho en el Santiago Bernabéu, y que sin duda está haciendo muy feliz a su actual técnico, Jurgen Klopp. Los 12 tantos anotados la temporada pasada también revelan una capacidad goleadora que aumenta cuando los partidos se ponen calientes.
En definitiva, Isco representaría la base del juego de Coutinho con el que puede hacerse un hueco en el corazón de los aficionados del Real Madrid gracias a su técnica y vocación ofensiva, pero serán los disparos y la verticalidad, tan similares a James los que le podrían consolidar en un equipo al que, a pesar de su estratosférico nivel global, le vendría muy bien un jugador como la actual estrella del Liverpool.