Inglaterra, de cabeza a semifinales… y con un porterazo
Dos cabezazos de Maguire y Dele Alli pusieron a Inglaterra rumbo a las semifinales… por el lado fácil (el de España). Suecia aguantó media hora con su ordenada defensa, pero sucumbió ante el empuje inglés. Cuando hizo falta, Inglaterra tiró de Pickford, su mejor portero desde los tiempos de Peter Shilton. Tres manos salvadoras del joven meta y la pegada arriba de los ingleses les metieron en semifinales.
Apretó Suecia de salida en la presión muy alta para evitar las embestidas iniciales de una Inglaterra que salió menos desatada que otros días. Sorprendía el ritmo lento de los ingleses en el comienzo del partido. A los suecos así les iba bien. Lo suyo era jugar al desgaste y llegar lo más lejos posible, si podía ser hasta los penaltis, mejor.
Quizá por eso el primer cuarto de hora del partido fue como una cena de registradores de la propiedad: frugal y soporífero. El orden de Suecia y la timidez de Inglaterra provocaban una sensación de siesta veraniega. Al más pintado se le cerraban los ojitos.
No aparecía Harry Kane. Hasta que lo hizo. Fue en el minuto 18 y el fantástico delantero del Tottenham rebañó un balón despistado en la frontal que se le escapó a Sterling y conectó un tiro de primeras que se marchó rozando el poste derecho de Olsen. Era el primer aviso inglés, pero había pasado el primer cuarto del partido. Podía olerse el miedo.
Siguió sin pasar nada hasta la media hora. Allí ocurrió algo inaudito. El primer córner del partido. Lo botó Inglaterra y lo cabeceó el gigante Maguire para anotar el 0-1 para el equipo de Su Majestad. No se lo habían merecido los ingleses, ni tampoco los suecos, pero estaba claro que sólo el balón parado podía desatascar este tostón.
Primero Maguire y después Dele Alli
Al descanso Sterling desperdició un par de goles cantados, aunque en uno de ellos estaba en fuera de juego. Estiróse Suecia en la reanudación, Pickford incluso salvó un gol con una buena parada, pero también dejó espacios a su espalda para el veloz Sterling y el siempre genial Harry Kane. Al filo de la hora de partido, Inglaterra parecía tener el duelo bajo control absoluto a pesar del pírrico 1-0.
Pero Inglaterra se sentía superior y metió la directa. Aparecieron Kane y Sterling, y hasta Young y Tripier por las bandas y así llegó el segundo. Lo marcó Dele Ali de cabeza después de una buena jugada coral. Suecia, que sólo había encajado un gol en todo el Mundial, ya llevaba dos en contra. Inglaterra acariciaba las semifinales en el lado fácil del cuadro, el que desperdició estúpidamente España.
Pickford volvió a salvar a Inglaterra justo un minuto después del 2-0 con una mano salvadora a Claesson. Suecia tenía pocas ocasiones de acercarse en el marcador, pero si encima las desperdiciaba, es que ya no tenía ninguna. Parecía sólo cuestión de tiempo esperar a que Inglaterra llegara a las semifinales.
Y encima Pickford no dejaba de hacer paradones. Otro a Berg en el minuto 72 que habría podido meter a Suecia en el partido. Fue la última gran ocasión de una Suecia que cayó con honor –no como otros– en el Mundial ante una Inglaterra que cada día tiene más pinta de finalista.