El motor Honda de Alonso sí evoluciona: aumenta su potencia a más de 900 CV
Las informaciones que se vierten mensualmente sobre el dudoso motor Honda han de cogerse con papel de fumar. Se revuelven los nipones cuando salen a la luz los evidentes problemas de una unidad de potencia deficiente, siempre perdedores en la incómoda comparación con sus rivales más próximos. Las mejoras con respecto a su estreno son evidentes, pero no suficientes: Alonso y Button siguen agarrándose al chasis de su MP4-31 como Bradley Cooper a Irina Shayk.
McLaren les echa una mano, como la prima de la canción a Niña Pastori. Tomando el lema ebrio de Laporta, enfatizan en aquello de ‘no estamos tan mal’. Lo hacen a través de un artículo de su página web donde aseguran lo siguiente: «El McLaren-Honda MP4-31 produce más de 900 caballos; acelera de 0-100 en menos de seis segundos y ejerce fuerzas longitudinales en períodos cortos de hasta 7 G en frenada”.
Los últimos datos arrojados acerca de la potencia de los distintos motores marcaban lo siguiente: Mercedes, líder, oro, o el sustantivo triunfador que prefieran, 950 CV. Ferrari, amenazante, les mira de ‘cerca’ con 930 (a éstos les falla el esqueleto del SF16-H y algún problema de set-up). Renault, con algo más de 900 caballos, y con Red Bull sonriendo; el Tag-Heuer, recordemos, es el motor francés pintado de la publicidad suiza. Y Honda, por entonces, era el patito feo con 844 caballos.
En Gran Bretaña llegó la evolución en el motor de combustión interna que, al parecer, les habría dado un total de 60 caballos extra. El mes de verano no ha sido de playa, piscina y Tinto de Verano para los de Woking y Sakura: trabajo a destajo para afrontar la segunda mitad de la temporada más cercanos a sus rivales. ¿Mejoras previstas? Bélgica y Japón. Dos evoluciones que saben a medio segundo. Tal vez. El 2017 se acerca como la penúltima esperanza de Button y Alonso para saborear el champán. Antes, a seguir con el castigo del irrelevante 2016.