Guerra civil en Alpine por culpa de Fernando Alonso
La historia dice que, una vez al año, los dos pilotos de Alpine abandonan en la misma carrera de Fórmula 1. Así ocurrió por dos veces en Estados Unidos, tanto en 2021 como en 2022, y la historia se repitió el pasado fin de semana en el Gran Premio de Hungría. La peor carrera del curso para la marca francesa reafirmó que sigue muy lejos de donde desea estar y ahondó en una crisis que comenzó hace un año, cuando Fernando Alonso anunció su fichaje por Aston Martin.
Hasta ese momento, Alpine llevaba una línea ascendente. Había finalizado quinto en el Mundial de constructores 2021 y peleaba por la cuarta plaza que finalmente selló en 2022 con un total de 173 puntos. Llegados al ecuador del presente campeonato, en su casillero apenas figuran 47 puntos y ha caído hasta la sexta plaza de la clasificación por equipos. Un paso atrás en toda regla que coincide con la marcha de Alonso, a quien ni siquiera llegaron a presentar oficialmente una oferta de renovación.
Este domingo, Pierre Gasly y Esteban Ocon ni siquiera consiguieron completar la vuelta inicial. Chocaron entre ellos en la primera curva y se vieron abocados a abandonar. Todo en la misma semana que se había anunciado la salida de Laurent Rossi como CEO de la escudería y su reemplazo por Philippe Krief, aunque el verdadero mandamás sigue siendo Luca de Meo, CEO del Grupo Renault.
El director del equipo, Otmar Szafnauer, lanzaba un ruego a De Meo después del desastre de sus pilotos en Hungría y le pedía que sea «fiel a su palabra». Hacía referencia al famoso plan de las 100 carreras que Alpine lanzó hace un año y medio para lograr victorias en la Fórmula 1. «Creo que llevamos unas 30, así que aún nos quedan unas 60 carreras. Es decir, otros tres años para empezar a ganar», decía un optimista Szafnauer.
Sin embargo, a menudo la Fórmula 1 es tan rápida en los despachos como en el asfalto. Y si no que se lo pregunten a Nyck de Vries, que ya es historia en Alpha Tauri después de una decena de carreras, o a los directivos de Ferrari, de gatillo muy fácil cuando se trata de apuntar a un jefe de equipo. El propio Szafnauer bien haría en tomar nota de ese tipo de movimientos…