Gladiador Nadal: remonta a Shapovalov y se mete en cuartos de Roma
Rafael Nadal se impuso a Denis Shapovalov (3-6, 6-4, 7-6) en una batalla épica decidida por detalles, tras una remontada espectacular del manacorense
A Rafael Nadal hay que ganarle mil veces para apartarle de una pista de tenis. Denis Shapovalov experimentó la sensación de tener contra las cuerdas, casi tumbado sobre la arcilla al rey, pero acabó claudicando (3-6, 6-4, 7-6) tras una remontada épica que permite a Rafa seguir vivo en el Masters 1000 de Roma. Con 6-3, 3-1 y 40-15 en contra, el español activó el modo Dios y pasó a aplastar a un rival que pasó de todo a la nada en el Campo Centrale del Foro Itálico, territorio del Gladiador Nadal.
Después de una victoria de categoría ante el ídolo local, Jannik Sinner, Nadal regresaba a la central para medirse, sin apenas horas de descanso, a otro hueso como Denis Shapovalov. El canadiense, uno de los más talentosos del circuito, no está fino en 2021 con apenas unas semifinales en Dubai en el currículum de méritos. Ante Rafa necesitaría mucho más un tenista cuyo head to head con el balear se encuentra empatado, aunque una de sus victorias se produjo en 2017 y la otra, por retirada de Nadal antes de empezar.
A Nadal le costando entrar en los partidos, le pasó con Popyrin, con Alcaraz o con Sinner, con el que cedió un break nada más comenzar, y frente a Shapovalov, el manacorense iba a volver a acusar una falta de adaptación inicial con consecuencias más graves que en compromisos previos. Aturdido por los palos del canadiense y sobre todo por sus propios errores, Rafa no daba con la tecla del partido y duplicaba sus pérdidas, hasta sumar un 4-0 contrario que le ponía las cosas muy cuesta arriba en el primer parcial.
Shapovalov golpea primero
Shapovalov, que llegaba en una racha cuanto menos dudosa, sólo había sido capaz de sumar dos victorias en tres torneos en la temporada de tierra, por lo que de su nivel se presumía una bajada de enteros en arcilla. Sin embargo, la extramotivación de medirse a la referencia histórica en la materia espoleó al comienzo a un Denis al que los errores comenzaron a afectarle hasta provocar un conato de remontada de Nadal.
El manacorense no encontraba la irregularidad, pero su experiencia en tierra le permitió recortar uno de los breaks y ponerse en disposición de igualar la contienda con una nueva rotura. Lo intentó Rafa, pero la inspiración perdida regresó al tenis de Shapovalov, que volvía a conectar los palos con los que había impedido el dominio de Nadal en los intercambios. El balear sumaba fallos, y no poder culminar la remontada le afectó sobremanera, hasta el punto de ceder, por tercera vez en el parcial, su saque, y esta vez ya de forma definitiva. Denis lo cerraba con un 6-3.
Con rostro serio, visiblemente preocupado por la situación, se plantó Nadal de nuevo en la pista para afrontar el segundo set. No era la mejor manera de hacerlo, y menos con un rival en trance y capacitado, por puro talento, para enganchar tiros paralelos y cruzados con una facilidad pasmosa. El resultado era casi calcado al de la primera manga, con un 3-0 favorable a Shapovalov que dejaba en el alambre al gran favorito al título.
Nadal debía reaccionar pero necesitaba una ayuda de Shapovalov, que fruto de su relajación iba a conceder el mínimo requerido para que Rafa iniciara la machada. El chip se activó con 3-1 y 40-15 favorables al canadiense y, a partir de ahí, un monólogo de Rafa en el que prácticamente sólo se vieron winners de derecha del manacorense y errores no forzados de un Denis desquiciado, sabedor de lo que se venía encima. Un parcial de cinco juegos a cero le daba la segunda manga al favorito, que volvía a serlo en una batalla que adquiriría tintes más épicos si cabe con el paso del tiempo.
Rafa es eterno
Las dudas de Shapovalov necesitaban del golpe definitivo por parte de Nadal, que había pasado del todo a la nada por su capacidad de creer más que nadie. Ahora debía hacerlo hasta el final. Sin embargo, el canadiense sacó fuerzas de flaqueza y pronto encontró recompensa en su juego y en el marcador, donde unas dudas de Nadal volvían a ocasionarle daños al servicio. Denis tomaba ventaja por 3-1, pero como habíamos comprobado en los sets anteriores, empezar bien no es sinónimo de éxito.
Rafa volvía a remontar en el toma y daca que imposibilitaba un pronóstico para el partido y la lógica llevaba a un desenlace por mínimos detalles, mientras el corazón daba la mayoría a Nadal, tanto en España como en el público presente en el Campo Centrale. El devenir del partido se resolvería en el tie-break, donde la experiencia, el tesón y la garra de Rafael Nadal Parera convertirían en éxito un partido que tuvo que escalar mil veces hasta alcanzar la cima.