ESPAÑA GANÓ A RUSIA EL BRONCE

Los Gasol regalan a Navarro el final soñado: podio en el EuroBasket

Pau Gasol
Pau Gasol celebra con rabia una canasta que sentenció a Rusia. (AFP)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Los Gasol no iban a permitir que su amigo, compañero de habitación y casi hermano adoptivo Juan Carlos Navarro se retirase de la selección española con un sabor amargo. Los dos se emplearon a fondo para brindar a Juanki un final –victoria por 93-85– con una medalla colgada al cuello y lo hicieron hasta dejándose la salud en pos de conseguir el objetivo. 26 puntos de Pau y 25 de Marc llevaron a los nuestro a acabar con una sonrisa de oreja a oreja.

España demostró que el baño de realidad que nos dio Eslovenia fue sólo una mala tarde. Los nuestros salieron enchufadísimos, muy comunicativos y buscando hacer pupa al rival. El parcial inicial de 11-3 con cinco tantos de San Emeterio demostraba que los nuestros estaban embarcados en una misión y que no iban a cejar en su empeño.

Los rusos habían cometido la insensatez de dejar fuera del quinteto inicial a Mozgov y hasta que el pívot de los Lakers no entró no se equilibró el duelo. Marc Gasol, sin embargo, no tenía ni la menor intención de que el rival se reenganchase al duelo. La estrella de los Grizzlies estaba bordando el partido hasta que Kurbanov cayó con su cuerpo sobre el tobillo de Marc y le borró del resto de la primera mitad cuando ya contaba con 10 puntos tras ocho minutos de juego.

España se enfrió con la lesión y permitió que Rusia se pusiese a cuatro puntos tras un inicio horrendo de segundo cuarto. Fue entonces cuando Pau Gasol regresó a la cancha y puso firmes a sus compañeros. El primero que espabiló fue un Sergio Rodríguez que dejó su tarjeta de visita a sus futuros compañeros en el CSKA de Moscú, aunque el que cambió el duelo fue un superlativo Pau.

El jugador de los Spurs anotó 12 puntos en el periodo y dejó bien cargados de faltas a los pívots rivales. España metió la directa con una defensa intimidante –con Juancho Hernángomez aportando en la intendencia– para dejar a Rusia en unos pírricos 28 puntos al descanso. Hay que recordar que es un equipo que ha promediado 79 tantos por partido en el EuroBasket.

Los rusos no se rindieron hasta el final

A Rusia no le quedaba otra cosa que intentar cosas nuevas y buscar revolucionar el partido con un inspiradísimo Vorontsevich como máximo exponente. España tenía de vuelta a Marc tras su paso por la enfermería y el pequeño de los Gasol, lejos de asustarse, pidió el balón y la responsabilidad. Sus 11 puntos en el periodo sostuvieron a los nuestros y evitó que los rusos bajasen la ventaja de la barrera psicológica de las dobles cifras.

Pero las sensaciones empezaban a ser raras para España. Rusia defendía con una intensidad endiablada, mientras los nuestros comenzaban a precipitarse en algunas acciones ofensivas. La ausencia de Shved tenía todavía más confundidos a los pupilos de Scariolo, que asistieron a una cacicada arbitral tras la expulsión de Ricky Rubio por dos faltas antideportivas a cinco minutos del final.

Rusia se llegó a poner a dos puntos de diferencia, pero cuando más quemaba el balón apareció Pau Gasol con dos canastas providenciales para España, devolver las aguas a su cauce y dar la merecida despedida a Navarro. Puede que estemos ante el final de una era para el baloncesto español, pero nos quiten lo bailado. Este bronce se une a una constelación de medallas que siempre marcarán a las generaciones venideras.

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