Atlético - Deportivo: Jornada 30

Gameiro no pierde la esperanza

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El Atlético de Madrid se impuso por la mínima al Deportivo gracias a un solitario gol de Kevin Gameiro desde los once metros. Los del Cholo Simeone hacen su trabajo y suman tres puntos más, que le permiten colocarse a nueve puntos del Barcelona, y no se resignan a pelear por la Liga.

Nadie dudaba del once que sacaría el Cholo Simeone al terreno de juego. Con cada día menos efectivos, el técnico argentino tuvo que tirar del filial. La presencia habitual de Oblak bajo palos es inamovible. En la defensa rojiblanca estarían Lucas en el costado izquierdo, Savic y Godín como centrales y Carlos Isaac – canterano – en el flanco derecho. La medular, para los de siempre: Thomas, Gabi, Saúl y Koke. En la delantera, Correa y Gameiro, supliendo al tocado Diego Costa y al sancionado Antoine Griezmann.

El Atlético no salió a especular. Los rojiblancos entraron desde el primer minuto a buscar una victoria arrollando a un Deportivo que continúa jugándose la permanencia, a la vez que va necesitando un milagro mayor con el paso de las jornadas. Koke fue el primero en sacar el uy a la grada con un tiro lejano pero que se fue a varios metros de la portería gallega.

Si Koke hizo que la hinchada se metiese en el partido, Emre Çolak sería el responsable de que la parroquia colchonera se encendiese. Sucedió en un córner, en la mítica esquina del ramo de Margarita en honor a Pantic. El turco lo movió cuando se disponía a sacar de esquina, y esas flores son sagradas para la afición, que comenzó a abuchearle cada vez que el cuero entraba en contacto con sus botas.

Jan Oblak recuperaba el Zamora después de que Ter Stegen encajase dos goles frente al Sevilla. Y quería conservarlo de la misma forma con la que se aferra Leonardo DiCaprio a su único Oscar. El esloveno arregló un error garrafal de Savic, que permitió a Lucas Pérez disfrutar de un mano a mano que desarboló con un paradón con su pie izquierdo.

Káiser Carlos Isaac

No era Juanfran. Ni tampoco Vrsaljko. Ni Superman. Era Carlos Isaac, el nuevo káiser rojiblanco. El canterano, que cumplirá 20 años a final de mes, parecía un veterano. Se ofrecía, robaba, subía, centraba, no se complicaba… Injustificaba totalmente todos esos comentarios a lo largo de la semana de preocupación por las bajas en defensa. El de Navalmoral de la Mata – paisano de Óliver Torres – sólo pecó de inexperiencia cuando le mostraron una amarilla por derribar a Muntari cuando se llevaba media hora de juego.

Cuando el Deportivo parecía espabilar, el Atlético dio un golpe sobre la mesa. El colegiado señaló un agarrón de Mosquera a Saúl dentro del área, por lo que el balón fue a parar al punto de cal. Gameiro asumía galones y se dispuso a lanzar el segundo penalti a favor que le pitan a los colchoneros esta temporada. Definición impecable del francés, que engañó a Rubén desató la alegría en el Metropolitano pese a que se acaben las vacaciones de Semana Santa.

Pudo enmendar su error Mosquera unos minutos después, pero no aprovechó el fallo de Oblak en su salida a por uvas en un córner. Con el 1-0 se llegó al descanso, resultado justo, pero no fue nada fácil para los del Cholo Simeone adelantarse en el luminoso, que además se llevaron algún susto por parte de las filas blanquiazules.

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En el segundo acto el guión era el mismo: control y dominio rojiblanco. Con Saúl y Thomas apercibidos de cara al derbi, los dos centrocampistas se cortaban a la hora de meter el pie, pero sin aparcar a un lado intensidad que tanto les caracteriza a ellos y al cuadro dirigido por el Cholo Simeone. Un trabajo y empeño que se apreciaba sobre el verde, yendo a buscar el segundo de la tranquilidad e intentando evitar lo sucedido en la última jornada frente al Villarreal, donde el Submarino le dio la vuelta al marcador en los últimos minutos.

Llegó el turno de Diego Costa, que entró sustituyendo a un Carlos Isaac que se llevó la ovación del respetable. Totalmente justificada. Thomas – repetimos que estaba apercibido – pasó a ocupar el vacío que dejó el canterano en el lateral diestro. Dos minutos tardó el killer de Lagarto en avisar al Deportivo. Y cuatro en llevarse la amarilla. Pero los coruñeses respondieron con una contra de Borja Valle que Lucas Hernández cortó de una manera heroica para evitar el empate.

Y también fue el momento para Fernando Torres. El Niño ocupó el puesto del autor del único gol de la noche. Seis canteranos sumaba el Atlético sobre el verde del Metropolitano a falta de veinte minutos para que terminase el partido. El delantero de Fuenlabrada no entró mucho en juego, salvo un tiro defectuoso con la zurda. No le cayeron muchas pelotas cuando los rojiblancos atacaban e intentaban contrarrestar cualquier mínimo acercamiento de los de Seedorf.

El técnico holandés apuró hasta el final en busca del empate. Florin Andone fue su último cambio, entrando en lugar de Adrián, ex rojiblanco, que se retiró del Metropolitano con una cariñosa ovación, que demuestra que los aficionados del Atlético no olvidan las grandes tardes que ofreció el asturiano en el añorado Vicente Calderón. Llegó demasiado tarde la sustitución deportivista, que sería contrarrestada con la última del Atlético: Toni Moya por Thomas. Casi no tuvo tiempo el canterano, pero que no quita para que presuma que participó en la victoria por 1-0 en su debut en Primera.

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