¿Fue premeditado? De Burgos tardó 1’5 segundos en mostrar la segunda amarilla a Cristiano

De Burgos Bengoechea
Cristiano Ronaldo protesta a De Burgos. (AFP)

A pesar de la exhibición del Real Madrid en el Camp Nou y los golazos de extraterrestre de Marco Asensio y Cristiano Ronaldo, el nombre propio del partido de ida de la Supercopa de España no fue otro que Ricardo de Burgos Bengoetxea. El colegiado vasco se erigió en protagonista por sus decisiones, que favorecieron descaradamente al Barcelona, y en concreto una en la que la polémica podría incluso tornarse en premeditación.

Hablamos sin duda de la segunda tarjeta amarilla enseñada a Cristiano Ronaldo, que acabó con el jugador expulsado, camino de los vestuarios y con cinco partidos de sanción debido a su reacción, empujando levemente al colegiado. De Burgos tardó 1,5 segundos en llevarse la mano al bolsillo y enseñarle la cartulina a Cristiano según vio que éste de desequilibraba y –a su parecer y el de nadie más– se tiraba tratando de engañarle fingiendo una caida.

¿Qué quiere decir esto? Que el colegiado, que además iba en carrera, por lo que sacar la cartulina amarilla de su bolsillo se convirtió en una tarea un poco más complicada, no consultó con sus asistentes la jugada, que podía dejar lugar a alguna duda, ni tampoco se pensó el veredicto de la acción. El resultado estaba claro para De Burgos casi antes de que Cristiano se desequilibrara. Segunda tarjeta amarilla y expulsión.

Esta acción contrasta con la que unos minutos antes sucedió en el área del Barcelona, donde Luis Suárez sí se tiró descaradamente al ver la presencia de Keylor Navas, y De Burgos, que ahí sí tardó algún segundo más –aunque no consultó–, señaló el punto de penalti, desde el que Leo Messi puso las tablas en el marcador antes de que Cristiano y Marco Asensio pusieran la victoria del Real Madrid por encima de todo y todos en el Camp Nou.

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