España-Dinamarca en la Copa Davis: un trámite convertido en trampa
Las bajas de Alcaraz, Davidovich y Granollers merman al equipo español que se aferra a Munar y Pablo Carreño
Holger Rune, la undécima mejor raqueta del mundo, es la mayor amenaza del combinado danés
Entrevista Jaume Munar

Los protagonistas cambian su rol durante esta semana en Marbella. Los coches de lujo dan paso, poco a poco, a los mejores tenistas de España y Dinamarca. Ambas naciones se encuentran imbuidas en la última eliminatoria previa antes de la ronda definitiva de la Copa Davis. Buscan en el Club de Tenis Puente Romano, del 13 al 15 de septiembre, sacar un billete y embarcar rumbo Bolonia para las Finales del 18 al 24 de noviembre.
El cruce contra Dinamarca no parecía esconder problemas más allá de Rune. Y los incendios de la undécima mejor raqueta del mundo los pretendía apagar Alcaraz. ¿Qué ocurrió? Que el murciano llegó y ganó en Cincinnati, llegó y ganó el US Open y encadenó casi un mes de competición ininterrumpida que desembocó en retirada de la Davis. Entonces Davidovich opositaba a líder de la Armada española.
Sin embargo, siguió un camino similar al de Carlitos al no viajar a Marbella debido al gran cansancio por el calendario tenístico tan cargado. A ellos se sumó Granollers, reciente ganador del US Open en dobles junto a Horacio Zeballos. El doblista sufrió un esguince tobillo su primer día en Nueva York y padece una lesión en la fascia plantar desde principios de año. De una tacada, las tres mejores bazas españolas se fueron al traste.
Y enseguida, lo que parecía un cruce asequible mutó en una trampa. Con Rune como tenista destacado y acompañantes duros. David Ferrer, capitán del equipo nacional, cerró filas con su equipo. «Alcaraz es el número uno del mundo, que voy a decir. Y Granollers es de los mejores en dobles. Tal vez el mejor doblista que hemos tenido en España. Ha hecho todo lo posible, pero no ha podido venir al final. Los jugadores que están aquí tienen experiencia. Tengo confianza plena en ellos».
Puente Romano, un fortín para España en la Davis
Todo ocurrirá sobre la tierra batida del Club Puente Romano, un fortín para España. Esta será la cuarta vez que la Armada pise el mencionado complejo en el que sólo sabe ganar, nunca ha conocido la derrota. La primera, en 1989, contra México. El equipo español estaba formado por Emilio Sánchez Vicario, Jorge Arrese, Javier Sánchez Vicario y Sergio Casal con Manuel Orantes como capitán.
De aquella edición se recuerda que los organizadores decidieron introducir la muerte súbita en todos los sets menos en el último. En 2018 fue Reino Unido quien se presentó y le salió cruz en Puente Romano. En ausencia de Nadal emergió Albert Ramos, ganador de dos de los tres puntos de la Armada. Cuatro años después, en 2022, la España rindió cuentas de Rumanía el día que Alcaraz debutó en la Davis. Un triunfo más trabajado de lo esperado tras la derrota en los dobles.
El murciano llegó, vio y venció a Copil. Selló el segundo punto de España. Este fin de semana inicia la cuarta sinfonía. Cabe recordar, para más optimismo, que la Armada no ha perdido ninguna de las últimas 28 que ha disputado sobre tierra batida, superficie a la que volverán después de tres años. España no cede una eliminatoria de Davis sobre arcilla desde 1999, cuando la Brasil de Gustavo Kuerten se impuso. Desde entonces ninguna cruz.