El Barcelona asalta el Palacio sin contemplaciones

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Juan Carlos Navarro firmó 12 puntos decisivos para el Barcelona.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid no pudo poner el broche de oro a un 2015 inolvidable en cuanto a la sección de baloncesto se refiere. El equipo que ha levantado cuatro de cinco títulos posibles esta temporada se despidió de sus aficionados con un sabor agridulce tras caer (84-91) en el Palacio ante el FC Barcelona. Los azulgrana evidenciaron una gran reconstrucción en su proyecto, aunque su seña de identidad siga siendo un Juan Carlos Navarro mortífero en ataque.

Ante la mirada de Sergio Ramos, Luka Modric o Mateo Kovavic, los pupilos de Pablo Laso se estrellaron ante un Barcelona mucho más rodado que unos blancos que, si bien en el último mes habían evidenciado una gran mejoría evitando la eliminación en Euroliga, no tuvieron opciones ante un rival mucho más intenso y físico. Los blancos aún están acoplando piezas como los fichajes Ndour o KC Rivers, pero quizá no sea una buena excusa teniendo en cuenta que los culés no contaron ni con Carlos Arroyo ni con Álex Abrines, dos pesos pesados del equipo de Pascual.

El Barcelona marcó el paso en todo momento en el partido. Una muestra de ello fue que el equipo local únicamente marchó por delante en el marcador en el 23-22 en el primer cuarto tras una tremenda racha de triples de Carroll y Maciulis. Sin embargo, el equipo azulgrana no se amilanó y de la mano de Pau Ribas –como ha crecido este jugador en el último año– y de Samardo Samuels fueron castigando la pobre defensa del pick and roll central de los blancos.

Los viejos fantasmas aparecían en la pizarra de un Laso que intentaba que sus chicos defendieran con una mayor intensidad. Sin embargo, el hambre y las ganas estaban del lado visitante, que peleaba cada balón suelto como el último. La primera puntilla sobre el ataúd madridista la puso un Navarro que anotaba un triple sobre la bocina al descanso estableciendo el 44-50.

En el tercer cuarto, el eterno capitán culé lideró a los suyos a un tremendo parcial de 13-24 desquiciando al Palacio. Los visitantes se sintieron como en casa a través de una férrea defensa, corriendo al contragolpe y buscando la creatividad de Navarro en estático. El Madrid amagó con reaccionar con unos Sergio Rodríguez y Felipe Reyes con pocos ayudantes en su misión. La ventaja culé se disparó hasta los 15 puntos.

Por si fuera poco, Sergio Llull caía lesionado al comienzo del último cuarto. Laso removió entre las catacumbas de su banquillo hasta que encontró un actor secundario inesperado en Jeffery Taylor. El sueco firmó dos triples consecutivos y recortó la ventaja por debajo de la decena de puntos. A Pascual no le tembló el pulso y volvió a meter en cancha a Pau Ribas y Navarro. Los dos internacionales solventaron un partido en el que el técnico culé sorprendió a propios y extraños apostando por ir a una anotación alta. El Madrid vuelve a ingresar en urgencias. Este Barça no le va a regalar ningún título esta temporada.

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