Edmund torea a Feliciano y obliga a España a una nueva remontada

España sigue gafada con los primeros puntos en la Copa Davis. Feliciano López cayó derrotado ante Kyle Edmund (6-3, 7-6) en el estreno de la segunda serie de semifinales y obliga, una vez más, a la remontada liderada por Rafa Nadal para que la anfitriona pueda pisar la final en la primera edición tras la revolución de la Davis. El toledano entró a última hora en sustitución de Pablo Carreño, y su inicio y su final pesaron en lo negativo ante un gran Edmund, que apunta el primer punto para Gran Bretaña.

Las decisiones tomadas a última hora –resulten o no obligadas– cuentan con un importante porcentaje de posibilidades de venirse en contra y, aunque se desconoce si Feliciano tenía en mente disputar el primer individual, lo cierto es que no salió con todo lo que tenía al partido. Frío y  desconectado, la versión del toledano no alcanzó más que para sumar dos puntos en los tres primeros juegos, todos ellos propiedad de un Edmund que ejercía de contrapeso a lo que sucedía al otro lado de la pista, con un juego seguro en estrategia y con una ejecución casi perfecta.

Tanto de derecha como de revés, el británico dominaba los puntos con una facilidad pasmosa ante un Feliciano al que tan sólo alguna internada en la red lograba darle réditos. El servicio, seña de identidad del zurdo español, le mantenía en juego a lo largo del set, pero la solidez de Edmund no permitió una sola pelota de break en la que escudarse para pensar en la remontada. En tan sólo 28 minutos del partido, Gran Bretaña ataba la mitad del primer punto.

Atendiendo a lo sucedido en el primer set, las opciones de Feli pasaban por atacar la red lo máximo posible y tratar de desconcertar así a su rival. Así lo vieron también el propio jugador y el capitán español, Bruguera, que además consiguieron activar a la grada, volcada a pesar de la derrota temporal con el tenis de salón de López. Los tres primeros juegos de la manga ponían en ventaja al español y, aunque sin break, devolvían la esperanza entre el público, que comenzaba a ponderar en el partido.

Edmund dominó en principio y fin

El reparto de juegos continuó, con Feliciano en velocidad de crucero y cómodo por encima de los 210 km/h con sus primeros servicios, mientras que la derecha de Edmund continuaba intacta y ejerciendo de martillo que golpeaba la ilusión de la grada. Dos grandes servicios del británico ahogaron la gran oportunidad del veterano español, en ese momento con dos pelotas de break y set en su haber que habrían cambiado el devenir del encuentro.

No pudo ser, pero la seguridad del toledano, ya alcanzando el notable, aseguraba un tie break en el que, tras mucho pesar los saques en el transcurso de la manga, comenzó con un contra break de cada lado. La incertidumbre era total en la Caja, pero Edmund, al igual que en el tramo inicial de encuentro, mostró un punto más también en el final, y se llevó sin discusión una muerte súbita que obliga a la tercera remontada de España en la Davis.