Dovizioso gana la primera batalla a Márquez en un final épico

Dovizioso fue profeta en el desierto. Como sucediera el año pasado, el piloto italiano se llevó la victoria en el GP de Qatar en un final épico donde ganó a Marc Márquez por poco más de 20 milésimas. El de Ducati se impuso en la primera batalla al campeón del mundo y presenta su candidatura para el mundial. Crutchlow fue tercero, Rossi cuarto y Lorenzo decimotercero.

Y es que este Mundial se presenta como un Márquez contra el mundo elevado a la máxima potencia. Si en antaño su guerra con Rossi desembocó en pitos en todos los puntos del planeta (es lo que tiene tener un choque con el piloto con más carisma de la historia) rodeados de una competencia atroz con el objetivo de destronar al rey, ahora, el cinco veces campeón en MotoGP tiene el enemigo en casa. Porque ahora uno de los mejores de la parrilla, como es Jorge Lorenzo, tiene sus mismas armas. Le costará aclimatarse a la Honda pero, ni que decir tiene, que la acabará dominando a las mil maravillas y sacando réditos de una moto tan compleja como fiable.

Además de las ganas del mundo por ver a Márquez sucumbir y de tener a Jorge Lorenzo con su misma moto, el de Cervera juega este año contra la estadística (acumula tres mundiales consecutivos) y contra un grupo de pilotos sobradamente preparados que no le pondrán las cosas fáciles. En la jornada del sábado Maverick Viñales dio un golpe sobre la mesa volando sobre Losail para conseguir la pole y Dovizioso también se encargó de recordar que el año pasado fue segundo en el campeonato del mundo por méritos propios.

Y estas hipótesis se demostraron desde que el semáforo se puso en verde. Viñales no pudo consolidar su excelente pole con un buena salida y de primeras Dovizioso dejó claro que iba a dar mucho que hablar en la carrera. Ya ganó el año pasado (por milésimas) y en 2019 estaba claro que iba a ser el mayor rival de Márquez. En la primera vuelta ya estaba primero, por delante de Miler, que se coló en segunda posición tras la salida y de un Márquez cuya historia dice que el desierto de Qatar no le va como anillo al dedo. Eso sí, su mordiente siempre está ahí. Se presentaba una carrera de quilates con batalla entre Honda y Ducati.

En la fiesta también se coló un Álex Rins, que de la nada, se colocó en primera posición después de pasar con su sutileza habitual a Márquez primero, y Dovizioso después. La alegría le duró poco pero estaba en la lucha y conseguir la primera victoria de su vida en Qatar no era una utopía. Hasta 9 pilotos formaban parte de la cabeza de carrera y podía pasar cualquier cosa. Eso sí, pululaba en el ambiente que Márquez, que estaba expectante a los múltiples adelantamientos entre Dovizioso y Rins, iba a dar un golpe sobre la mesa tarde o temprano.

Guerra Márquez – Dovizioso como en 2018

En el recuerdo estaba lo sucedido en 2018. Dovizioso ganándole a Márquez por pocas milésimas y este tipo de derrotas siempre duelen por muchos trofeos que tengas en casa. En el ecuador de la carrera, Rins se abrió y Márquez y Dovizioso se quedaron solos en el mano a mano. ¿El motivo? El italiano quería irse en solitario y el campeón del mundo era el único capaz de aguantarle el ritmo. Se atisbaba una escapada de ambos pero pronto se volvió a formar otra grupo de ocho pilotos, con Rins oliendo la sangre. Incluso en la fiesta se coló un Rossi que estaba séptimo a falta de 6 vueltas.

A falta de tres, ya era una obvio que la victoria se iba a decidir entre los dos mejores pilotos del momento. Márquez seguía a la expectativa y la duda era saber qué momento elegiría para rebasar a Dovizioso. Y fue a falta de dos vueltas. El de Cervera tuvo vista de campeón para ver el primer error del italiano y le pasó sin problemas. Pero ahí no acabó todo, porque la victoria estaba en un pañuelo con Rins tercero incluido. En el penúltimo paso por meta, el de Ducati le adelantó, Márquez tuvo un pequeño susto y todo se iba a decidir en los últimos metros. Finalmente, ganó Dovizioso en un final épico. Como en 2018, la historia se repitió a favor del subcampeón que quiere destronar al rey.