EUROLIGA: REAL MADRID VS MACCABI TEL AVIV

Luka Doncic brilla hasta en los días malos (80-75)

DONCIC
Luka Doncic supera a la defensa del Maccabi. (EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Se acaban los adjetivos y los apelativos para hablar de Luka Doncic. El niño maravilla del Real Madrid casi logra un hito histórico en la Euroliga. Le faltó una asistencia para conseguir un triple-doble –10 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias– con menos de 18 años. El esloveno fue el pegamento que los blancos necesitaron para vencer a un Maccabi de Tel Aviv que casi da la sorpresa en el Palacio.

Los blancos jugaron uno de los peores partidos del año. No cerraron bien el rebote defensivo, fallaron canastas fáciles y sólo a través de una gran defensa en la segunda parte pudieron remontar un resultado que como Laso admitió «no hace justicia a lo visto en el campo». Sin embargo, allí estaba Doncic, cuando más se le necesitaba, para saber poner la tranquilidad en un equipo que está justo de piernas en esta parte de la temporada.

Y eso que el Real Madrid comenzó el partido con buenas sensaciones, aunque perdonando en exceso tiros librados. El Maccabi entraña el típico equipo de rachas con jugadores de sobrado talento, pero conjunción mínima entre ellos. El arreón inicial de los locales fue correspondido por una tremenda racha de Goudelock –10 puntos– para establecer un parcial de 0-11 y dejar a los israelitas con el liderato del partido hasta el último cuarto.

Los blancos, tras un primer cuarto totalmente impreciso en el tiro, encontraron en el banquillo y en Rudy Fernández al hombre fuerte para contrarrestar el poderío ofensivo de los amarillos. El alero recuperó su mejor versión para dar aire a un Real Madrid que definitivamente no tenía su día. Una muestra de ello fue que Sergio Llull se marchó al vestuario inédito en su casillero anotador.

El Madrid continuó con su particular letargo en el tercer cuarto. Los blancos permitían a los visitantes batir su récord del año en rebotes ofensivos y los visitantes no perdonaban desde la línea de tres puntos alcanzando una ventaja de 10 puntos en mitad del periodo. Laso movió el banquillo como una baraja de naipes en busca de la combinación idónea y la encontró en el quinteto formado por Llull, Doncic, Rudy, Thompkins y Ayón. Al final si mezclas el talento, lo normal es que éste responda por muy justo que esté físicamente.

Los blancos entraron en el último cuarto como un ciclón pudiendo correr por primera vez en el partido y con Ayón como principal ejecutor con seis puntos consecutivos. Llull terminó de culminar la remontada con dos mandarinazos marca de la casa a cinco minutos del final, pero el Maccabi no había dicho su última palabra.

Goudelock y Ruud reaparecieron para mantener a los hebreos en la pugna por el encuentro. El Madrid dudaba y fue entonces cuando Luka Doncic tomó las riendas del choque y meter esa marcha que mantuvo a los blancos con un margen de cinco puntos de ventaja para acabar adjudicándose un triunfo con poco brillo, pero que suma igual. El Madrid se mantiene a una victoria del liderato de la competición gracias a un niño de 17 años. Quién nos los iba a decir.

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