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Las cuentas de la lechera de la gran esperanza del Barcelona, el Espai Barça

Fútbol Club Barcelona Espai Barça
Recreación del futuro Espai Barça iluminado.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La eliminación del Fútbol Club Barcelona de la Champions League esta semana supondrá un serio quebranto económico (mayor o menor en función de hasta dónde llegue en la Europa League). Sus aficionados se consuelan pensando en que la futura recuperación económica del club les permita volver a fichar, para lo cual su gran esperanza es el llamado Espai Barça. Sin embargo, las previsiones de la directiva de Joan Laporta para este megaproyecto parecen más bien las cuentas de la lechera: cualquier conexión con la realidad es mera coincidencia.

El Espai Barça, que debe ser aprobado por los socios culés el próximo día 19 en un referéndum telemático, implica la remodelación del actual Camp Nou, la construcción de un nuevo Palau Blaugrana con pista de hielo y otros proyectos como un campus Barça. El presupuesto total son 1.500 millones, una cantidad muy superior al coste del nuevo Bernabéu, que se pretende financiar con un crédito de Goldman Sachs. Su intención es devolverlo a 35 años con 5 de carencia y pagar unos intereses de entre el 2% y el 3%… Difícil que el gigante norteamericano lo acepte. Empiezan las cuentas de la lechera.

Espai Barça
Joan Laporta durante la Asamblea General Ordinaria de 2021. (@fcbarcelona)

Para conseguir un crédito tan ventajoso, debe haber un plan de negocio sólido y creíble. Cosa que no existe, al menos de momento. Según el CEO barcelonista, Ferrán Reverter, «el proyecto se financia por sí mismo» porque incrementará en 200 millones anuales los ingresos del Barça. Una cantidad que saldrá «de los nuevos palcos VIP, de los patrocinadores tecnológicos, de los naming rights [derechos por poner nombre al estadio, como el Allianz de Munich o el Emirates de Londres], de los conciertos que se celebrarán en el Nou Palau y también de lo que generará el nuevo Campus Barça y la restauración». Y puede que se quede corto, porque dice que «es una cifra conservadora».

Un Camp Nou sin techo ni césped retráctil

Bajemos ahora a la Tierra. Para empezar, no está nada claro en qué va a consistir el «Futur Camp Nou». En unas presentaciones el club habla de 105.000 localidades, en otras de 110.000… Lo único que parece claro es que tendrá una cubierta iluminada. Pero, en todo caso, no se contempla una cubierta que pueda cerrar el techo ni un césped retráctil, los dos grandes hitos de la remodelación del estadio del Real Madrid. Florentino Pérez siempre ha tenido claro que eran los únicos objetivos de la obra; de hecho, no ha aumentado la capacidad del estadio en un solo asiento.

Nuevo Bernabéu

«El atractivo del Nuevo Bernabéu es poder tener un pabellón gigante como los de Ifema en la mejor zona de la ciudad, donde poder celebrar conciertos, congresos, ferias, partidos de otros deportes (incluso NBA o NFL)», explica un experto en economía del deporte. Y eso es muy difícil que ocurra en el nuevo Camp Nou por mucho lavado de cara que le hagan, por ubicación y la falta de techo y césped retráctil. Los únicos conceptos por los que puede sacar algo de dinero extra son los precios de los abonos y el aumento de aforo, siempre que el equipo vaya mejor que ahora, claro. Pero son cantidades muy pequeñas.

En cuanto a poner nombre al estadio, el club pretende obtener 200 millones pero no dice en cuántos años. Viendo los derechos de otros campos europeos, parece difícil sacar más de 15-18 millones anuales. Para hacernos una idea, el Manchester City recibe 17,1 millones al año de Etihad y el Bayern solo 7,3 millones de Allianz.

manchester city vs barcelona
El Etihad Stadium del Manchester City.

Además, está el problema de que, mientras se acometen las obras (que durarán tres años y medio), el equipo azulgrana tendrá que jugar al menos durante una temporada con el estadio parcialmente cerrado y durante otra en otro campo. Su deseo sería hacerlo en el Olímpico de Montjuïc, pero, aunque consiguiera hacerlo, su capacidad es muy inferior a la del Camp Nou: 60.000 espectadores. Una complicación no menor puesto que esta temporada el Barcelona necesita tener el campo lleno todos los partidos para no entrar en pérdidas.

Un Palau de 420 millones es imposible de amortizar

Pero lo más descacharrante es el nuevo Palau Blaugrana, con capacidad para 15.000 espectadores, para cuya construcción se han presupuestado 420 millones. Esta cantidad es un auténtico disparate para un pabellón; tengamos en cuenta que el Wanda Metropolitano (68.000 localidades) costó 310 millones. Algo no cuadra. Con ese coste, amortizarlo sería imposible en una vida, dado que las cifras medias de asistencia prepandemia eran de 4.800 aficionados en el baloncesto, 2.800 en el fútbol sala, 1.600 en el balonmano y 700 en el hockey sobre patines. Las 15.000 localidades se hacen un poco excesivas.

Partido del Barcelona de baloncesto.

El club lo fía a los eventos no deportivos. Pero ahí sí que se ha venido arriba: piensa que va a recaudar por ese concepto, no 15 millones anuales como espera el Real Madrid, sino 30, el doble. Como no actúen todas las semanas  U2 en el Camp Nou y Shakira en el Palau, se antoja imposible. Ni siquiera aunque el Palau se quede con todos los eventos que ahora mismo se hacen en el Sant Jordi. Rentabilizar un pabellón es muy difícil; de hecho, el Madrid ha renunciado a construir uno en Valdebebas para no competir con el WiZink Center ni con el propio Bernabéu.

Las cuentas también son siderales en otros conceptos. Por ejemplo, las del museo del club: el Barcelona dice que recaudará 30 millones más que ahora: pasará de 42 a 72 millones al año. El Real Madrid recauda 50 actualmente y estima que las visitas al museo del Nuevo Bernabéu incrementarán la recaudación en 25 millones, hasta 75.

24 septiembre
Museo FC Barcelona.

Lo mismo pasa en la restauración y el ticketing (emisión de entradas). El Real Madrid estima que recaudará 20 millones extra por restauración y 0 más por ticketing del club, pero el Barcelona cree que va a ingresar 44 millones más al año por la suma de estos conceptos. También irrealizable.

Por tanto, estas cuentas caen por su propio peso. Más bien parece que son fruto de la desesperada situación económica actual del club azulgrana y que se han limitado a decir “coge las cifras del Madrid y multiplica, que nosotros somos mejores». Pero la realidad es la que es, y va a ser muy difícil que Goldman, o cualquier otro banco de inversión, las acepte para prestarle 1.500 millones a 35 años. El baño de realidad sufrido en la Champions podría aplicarse también a este proyecto.

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