Cristiano y Bale ya vuelan

El madridismo lo estaba esperando. Después de unos partidos en los que el Real Madrid no mostraba su mejor cara, llegó la Champions. Con ella, la habitual metamorfosis del conjunto madridista. Es su competición por excelencia y da igual que sea fase de grupos. Bale y Cristiano, señalados tras los últimos partidos en los que no estaban especialmente finos de cara al gol, lideraron al Real Madrid hacia la victoria frente en lo que se ha convertido en un clásico de Europa.

El club de Chamartín se medía por quinta vez en seis temporadas al Borussia de Dortmund. El Westfallenstadion se presentaba como un feudo imposible, inexpugnable en cada ocasión que los madridistas lo han visitado a lo largo de la historia. El objetivo era claro: acallar las dudas con una incontestable victoria. Y así sucedió.

Cristiano y Bale llevarían la manija en el ataque con una labor, la de terminar con la falta de efectividad. No había margen de error, en Europa no lo hay. Y en el momento más adecuado, cuando más les necesitaba su equipo, los dos bastiones del Real Madrid sacaron su mejor versión.

En la punta de ataque supieron asociarse mejor que nunca. Su entendimiento era máximo y pronto dieron buena prueba de ello. La defensa del Dortmund, además, colaboró en dejar que el portugués y el galés sacaran su lado más letal. Con las líneas adelantadas y realizando una fuerte presión, no tardaron en llegar los primeros balones al espacio para los dos velocistas por excelencia del conjunto blanco. Y si a Cristiano y a Bale les das hueco para correr, más pronto que tarde terminan por matarte.

Los dos puntas con los que Zidane salió en Dortmund volaron sobre el césped cada vez que se les daba la más mínima oportunidad. Además, pusieron fin al rumor del madridismo, ansioso por la falta de gol de los suyos. En Alemania se pusieron el mono de trabajo y el Madrid solventó con autoridad una papeleta importante y complicada gracias a Cristiano y Bale.

El Expreso de Gales hizo un soberano golazo. Carvajal le puso un gran centro y éste la empaló de primeras para mandar el balón por la escuadra de Burki. Antes, había estado cerca del gol gracias a un pase de la muerte de Cristiano, pero un zaguero del Dortmund se le adelantó.

La complicidad entre uno y otro fue una de las claves de la victoria madridista. Nada más regresar del vestuario, volvieron a aliarse. Cristiano marcó tras una carrera por la izquierda del 11, que le puso un balón raso dentro del área. No quedaría ahí el show, pues todavía quedaba otra demostración de Cristiano que, de nuevo se marchó en velocidad, y fusiló sin compasión la meta alemana.

La misión frente al Borussia era clara. Había que solventar las dudas. El conjunto blanco debía volver con una victoria para borrar los fantasmas y Cristiano y Bale estaban obligados a afinar. Todo se cumplió. El Madrid ganó con autoridad y, en parte, lo hizo gracias a que Cristiano y Bale remontaron el vuelo en Alemania.