Ramón tenía razón

La corrupción sistémica en el Caso Negreira

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Negreira siempre tuvo influencia en el CTA.
Ramón Álvarez de Mon

Era previsible que tendríamos novedades del caso Barça Negreira a partir de septiembre. El juez instructor Aguirre ha dedicado el mes de agosto a ponerse al día con un caso que tiene un importante componente mediático. Ya saben, durante al menos 17 años el Barcelona estuvo pagando a José María Enríquez Negreira cuando era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros y lo dejó de hacer en el preciso momento en el que Negreira dejó su cargo.

En total casi 8 millones de euros distribuidos en múltiples facturas que retribuían, aparentemente, servicios de consultoría arbitral. Negreira declaró ante Hacienda que el Barça le pagaba para asegurarse que no hubiera decisiones en su contra. Ninguna alusión a informes que sí que hacía su hijo, que también cobraba a través de su sociedad del Barcelona mientras asesoraba a algunos árbitros.

Antes del verano se decía desde algún medio de comunicación que la corrupción por la que están siendo investigados el Barcelona, los Negreira y algunos de los dirigentes del club culé, iba decayendo en favor de un posible delito de blanqueo y administración desleal. Pues bien, los autos dictados por el juez Aguirre han dado al traste de momento esta teoría.

Lo más relevante sin duda es que el juez considera que podemos estar ante un caso de corrupción sistémica. Por tanto, no es preciso encontrar evidencias de pagos de Negreira a los árbitros, puesto que el propio sistema le permitía influir sobre las carreras de los mismos y por tanto también en su economía. El instructor no se cree las explicaciones de Medina Cantalejo y asegura que Negreira tenía capacidad de evaluar a los árbitros e influía en sus designaciones y promoción o descenso.

En aquella época la diferencia de salario entre un árbitro de Primera y Segunda era de más de 120.000 euros sin contar el bonus extra que suponía ser internacional. Por ello, no era preciso pagar con dinero del Barça para influir siempre que el árbitro fuera consciente de cuál era la línea editorial del vicepresidente.

El magistrado también acuerda la personación del Real Madrid contra las alegaciones del Barça y Bartomeu puesto que, si el sistema podía estar corrompido, tanto el club blanco como el resto de equipos eran potenciales perjudicados. Realmente lo podía ser cualquier equipo que hubiera jugado ante los culés, pero sólo el equipo de Concha Espina se ha personado fuera del amparo de la Liga.

El juez Aguirre ha ordenado también que la investigación del blanqueo vaya por una pieza separada favoreciendo de esta forma que se pueda acelerar el estudio de los pagos del Barça a Negreira que, por cierto, podrían encajar en una figura delictiva nueva. Se ha informado que este nuevo delito podría ser el de cohecho, aunque jurídicamente es discutible que la figura de Negreira se pueda asimilar a la de un funcionario.

En cualquier caso, todo parece indicar que la práctica de nuevas diligencias ordenadas por el juez traerá a la luz nuevos hechos que ayudarán a dilucidar un caso que pone en tela de juicio la integridad del fútbol español.

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