Correa es el antídoto del Atlético
El Atlético vuelve a la senda de la victoria gracias a un solitario gol de Correa que les permite sumar tres puntos de oro tras cinco partidos sin ganar. Oblak evitó el empate a poco menos de 20 minutos para el final
Correa terminó con la mala racha. El Atlético se impuso al Granada con un solitario tanto del argentino que pone fin a cinco partidos consecutivos sin ganar. Los rojiblancos suman tres puntos de oro que les permiten dormir en puestos de Champions. Esta victoria cae como agua de mayo en el equipo rojiblanco, que empieza a ver la luz al final del túnel tras un gran partido ante el cuadro nazarí.
El equipo no estaba en un buen momento y eso hacía este partido todavía más importante. La afición sabía que este choque era clave para no alejarse del objetivo y se vistió de gala para alentar a su equipo. «Contigo hasta morir», decía la pancarta desplegada desde el fondo sur del Wanda Metropolitano. Y así salieron los jugadores, a morir desde el minuto uno. Los once elegidos por Simeone, que recuperaba a Koke para la causa, saltaron a morder, dispuestos a dejarse el alma en el campo.
Recuperaron esa intensidad que les había faltado en anteriores partidos y que tanto reclamaban los pesos pesados del vestuario. Esta vez no dejaron nada al azar y controlaron el encuentro desde el primer momento. El esfuerzo dio sus frutos. En el minuto seis, el Atleti, se adelantaba en el marcador por mediación de Correa, el único delantero sano que le queda al Cholo en estos momentos. Koke fue el más listo de la clase y aprovechó el error defensivo del Granada tras un saque de banda para darle el balón al argentino.
El partido estaba donde quería el Atlético, que salió muy enchufado y obtuvo el premio del gol en el primer disparo a puerta de los colchoneros. A mediados del primer tiempo el árbitro anularía un gol a Vitolo por fuera de juego claro del canario. Estaban apretando en busca del segundo, mientras el Granada no encontraba soluciones para frenar la sangría rojiblanca. Los de Diego Martínez estaban groguis, intentaron subir la presión para ponerles en apuros pero tampoco funcionó.
Ni siquiera el hecho de no tener un referencia fija arriba impidió que el Atleti creara peligro cada vez que rondaba el área de Aarón. Correa y Vitolo llevaban loca a la zaga nazarí, hacían mucho daño moviéndose entre líneas y conectando con los centrocampistas. El partido estaba siendo bastante trabado debido a las múltiples interrupciones que hacían que cayera el ritmo del choque. Eso favorecía a los de casa que lo tenían todo bajo control, apenas sufrían e incluso pudieron marcharse al descanso con una ventaja todavía mayor.
Tras el paso por vestuarios todo siguió igual. El Atlético mantenía el dominio, en busca de un segundo gol que sentenciara el choque. Saúl lo tuvo en sus botas pero Aarón detuvo el disparo a quemarropa. A la contra estaban haciendo mucho daño y el Granada necesitaba dar un paso más si quería tener opciones de sacar algún punto. Pero el trabajo de Koke en el centro del campo era encomiable, ha vuelto hecho un toro y con energías renovadas.
Oblak salva el empate
El Atleti estaba muy cómodo, no concedía espacios atrás y el Granada no conseguía superar esa barrera. Pese al dominio la ventaja seguía siendo mínima a favor de los del Cholo. Necesitaban un gol para estar tranquilos y llegar a los últimos minutos con el partido en el bolsillo. Para ello Simeone hizo un cambio ofensivo: Carrasco por Lodi. Sin embargo, la ocasión más clara la tuvieron los visitantes.
A falta de poco menos de 20 minutos para el final volvió a aparecer el santo esloveno para evitar el empate con un auténtico paradón. La jugada no acabó en gol de milagro ya que Saúl salvaría después el rechace casi en la línea. Se salvó el Atleti, de nuevo gracias al de siempre Jan Oblak. El meta no había tenido que aparecer en todo el partido pero cuando lo hizo fue para sacar una mano milagrosa.
El 1-0 era un resultado muy corto, a la vez que peligroso, y más después del susto que pegó el Granada. Los de Simeone querían aprovechar la necesidad de su rival e intentaron cerrar el partido a la contra, pero sin éxito. Los colchoneros terminaron pidiendo la hora frente a un cuadro nazarí que va a más y apretó en los últimos minutos e hizo sufrir al Atlético, que sólo pudo descansar tras el pitido final.