Bagnaia reina en Misano, con Viñales en el podio y Aleix sexto

Pecco Bagnaia sigue intratable y se llevó su cuarta victoria consecutiva tras ganar en el GP de San Marino de MotoGP. El piloto italiano de Ducati se quita así la espinita del año pasado cuando se cayó yendo líder y le sirvió la victoria en bandeja a Marc Márquez. Esta vez sí aguantó y vuelve a reinar en su territorio tras un final trepidante con Bastianini. Este triunfo tiene doble premio ya que le permite superar a Aleix Espargaró en la clasificación. El español acabó sexto, mientras su compañero, Maverick Viñales, firmó un nuevo podio por detrás de las dos Ducati.

La carrera comenzó accidentada con una triple caída en la primera curva. Pol Espargaró, Pirro y Zarco se fueron al suelo. Mientras tanto, Bagnaia ganaba dos posiciones en la salida y se ponía tercero, por detrás de Jack Miller y Enea Bastianini. Aleix, por su parte, pasaba de la novena a la sexta posición dejando a Fabio Quartararo atrás, en la octava plaza.

Pecco quería la victoria y para ello debía superar a Bastianini primero para luego ir a por su compañero de equipo, pero Miller se fue al suelo en la segunda vuelta y eso le facilitó las cosas al 63. El de Ducati ya le había mostrado la moto a La Bestia en varias ocasiones pero el de Gresini se defendía bastante bien. Bagnaia lo intentó una y otra vez hasta que lo consiguió en la vuelta tres.

Maverick aprovechó el adelantamiento de la Ducati para acercarse a Bastianini y superarle unos giros después. Por detrás, Aleix ganaba una posición tras la caída de Marco Bezzecchi, aunque la alegría le duraría poco porque Quartararo llegó por detrás como un tiro y se aprovechaba de un error del de Granollers para superarle. A partir de ahí, Il Capitano se mantuvo toda la carrera por detrás del líder del Mundial. El de Aprilia lo intentaba pero ni las vueltas rápidas le servían para acercarse a la Yamaha.

Mientras, en la cabeza de carrera, Viñales peleaba con Bagnaia por la primera posición con Bastianini siguiendo su estela muy de cerca. La Bestia se mantuvo cerca hasta que consiguió encontrar el hueco para pasar a Mack a menos de 10 vueltas para el final. A partir de ahí tiró con todo para alcanzar al que el año que viene será su compañero de equipo en la Ducati oficial. Superar a Pecco es misión casi imposible, es un piloto que cierra muy bien los huecos y comete muy pocos errores.

Enea se acercaba mucho a su compatriota en las primeras curvas, en la última vuelta cometió un error por ser demasiado agresivo pero se recuperó muy rápido y estuvo a punto de quitarle la victoria a Bagnaia. Finalmente, la moto roja se impuso por 34 milésimas a la Gresini de Bastianini y se convierte en el primer piloto de la historia de Ducati en conseguir cuatro victorias consecutivas.