Ayoub Ghadfa: «Si el boxeo se queda fuera de los Juegos Olímpicos me pasaría al profesional»
El subcampeón olímpico en París repasa su gran año en OKDIARIO
Se posiciona a favor del boxeo, cuya presencia en el programa de los siguientes Juegos se tambalea y explica el bullying que sufrió en el colegio
Ayoub Ghadfa: "En el colegio sufrí bullying y ahora aspiro a ser campeón olímpico"
Ayoub Ghadfa desafió el porvenir en los Juegos Olímpicos de París y ganó. El boxeo español se había pasado 24 años sin oler una medalla en el cónclave olímpico y el marbellí derribó el muro con una plata majestuosa. El púgil de la sonrisa eterna y cara de no haber roto un plato silenció las instalaciones de Roland Garros cuando hizo claudicar al boxeador local y se aseguró la presea plateada.
Han pasado cuatro meses de aquel momento, el cenit de su trayectoria deportiva. Desfila con aplomo por la alfombra roja de la Gala del COE que sirvió de homenaje a los medallistas olímpicos de París 2024. Ayoub Ghadfa, rápido y de repertorio variado dentro del cuadrilátero, rezuma felicidad durante su conversación con OKDIARIO.
«Ha sido un año espectacular. A nivel deportivos y de alegrías la verdad que ha sido fantástico, para enmarcarlo. Nos están invitando a un montón de sitios guapos. Fue una experiencia guapa la de París, pero estaba muy centrado en la competición. Únicamente fui al desfile y a un centro comercial para cortarme el pelo, no salí más», reconoce Ayoub Ghadfa.
El marbellí de origen marroquí impone. Aunque sus casi dos metros y más de 90 kilos contrastan con la infancia de un niño de ocho años al que sus compañeros de colegio le acosaban por su físico. Ese periodo, marcado por el bullying, lo lleva tatuado en su alma. Su padre le recomendó apuntarse a kickboxing para defenderse y le hizo caso, aunque con los años lo dejó apartado por los estudios.
Se marchó de Marbella a Madrid a hacer una carrera universitaria. Se matriculó, y graduó, en la Universidad Politécnica de INEF. Cuando se colgó la plata en París, las portadas de los periódicos titulaban con su historia. «De sufrir bullying y racismo al podio olímpico», se podía leer en la mayoría de tabloides. Una biografía que el púgil no esconde, pero de la que tampoco pretende sacar tajada.
Ayoub Ghadfa se pone frente al espejo
«No es cuestión de dar pena. No he sufrido un maltrato del que se pueda de decir ‘a este chaval le pegaban y metían palizas todos los días’. No era así. Sufría bullying. Cuando me apuntaba a fútbol, no me dejaban jugar o me ponían de portero… Siendo un niño lo sufres, porque te gusta una cosa y no te dejan hacerlo, pero gracias a Dios encontré un camino que me ha traído hasta donde estoy ahora», explica Ayoub Ghadfa a este periódico.
Ahora posee una medalla de plata y sueña con el oro olímpico, aunque el boxeo se tambalea del programa de los próximos Juegos, en Los Ángeles. El conflicto existente entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Asociación Internacional de Boxeo (AIB) debido a cuestiones de gobernanza, finanzas, arbitraje y ética, provocaron la suspensión de dicho organismo desde el 2019, y que ahora su inclusión en Los Ángeles se encuentre en jaque.
«Cualquier otro deporte puede merecer estar en los Juegos, pero el boxeo, que lleva desde el principio, no debería ser un deporte que se quede fuera. Al final nosotros no podemos hacer nada por mucho que nos quejemos y por mucho que no nos guste la decisión que tomen si deciden no incluirlo en los Juegos. Yo pasaría a profesional y seguiría con mi carrera deportiva porque no quiero dejar de boxear. Sería una decisión dura, pero hay que convivir con ello», asegura Ayoub Ghadfa.
La decisión oficial todavía no está tomada. Thomas Bach, quien se encuentra en su último año como el presidente de Comité Olímpico Internacional, reveló que el próximo año se deberá de confirmar si el boxeo será o no deporte olímpico en cuatro años. Ayoub aguarda una decisión con la mentalidad de ir a por el oro. «Los prepararía con la misma mentalidad para ir a ganar la batalla», reconoce.
Lo invariable es que Ayoub Ghadfa ya posee una medalla olímpica. Triunfador en París de una presea negada a España durante 24 años. «Para 2025 pido muchos éxitos deportivos y, especialmente, salud, que es lo importante» asegura con su sonrisa perenne. Transmite felicidad y confianza. Cualquiera querría tenerlo en su equipo.