El Atlético vuelve a la vieja normalidad

El Atlético de Madrid no pudo pasar del 0-0 frente al Villarreal en un partido en el que los de Simeone volvieron a recordar a esa versión plana del curso pasado. Los colchoneros no disfrutaron de grandes ocasiones, en gran parte, por la enorme labor defensiva de los jugadores del Submarino, que desaprovecharon algunas ocasiones de Gerard Moreno y Mario Gaspar.

El fútbol volvía al Metropolitano una semana después de la ilusionante goleada que los colchoneros endosaron al Granada. El Atlético de Madrid volvía a jugar tres días después de empatar ante el Huesca en El Alcoraz en un partido que puso los pies en la tierra a los rojiblancos pese a haberse merecido la victoria. Pero ahora tocaba el Villarreal, un hueso duro de roer, para seguir dejando buenas sensaciones y sacar otros tres puntos con los que decir que este año el Atleti promete competir hasta el final. Para ello, el Cholo salió con Oblak; Trippier, Felipe, Savic, Lodi; Thomas, Saúl, Koke, Correa; Joao Félix y Luis Suárez.

Los de rojo y blanco comenzaron el partido con la intención de llevar el timón del partido. Lo consiguieron, aunque hubo varias imprecisiones propias de la hora de la siesta. Joao Félix buscaba cada balón en zona de tres cuartos, pero siempre tenía el aliento de Mario Gaspar en su nuca para evitar que el luso pudiera desplegar su calidad. Koke también estaba activo en los primeros minutos, pero fue Luis Suárez el que lo intentó en dos ocasiones. En la primera, su disparo tuvo más desviación que la Torre de Pisa. En la segunda oportunidad, la defensa del Villarreal se interpuso en el trayecto del balón a la portería.

Y es que el Villarreal llegaba con la lección aprendida al Metropolitano. Una de las tareas era la de encerrarse cuando el Atlético tuviera el balón, como tan buenos resultados le dio al Huesca hace unos días. El otro tema que traían corregido era la de la unión del equipo, no como hicieron contra el Barcelona y que les costó una goleada. El Submarino estaba bien plantado y dejaba cero espacios en cada posesión de los colchoneros, que les costaba incomodar a Asenjo.

Pocas ocasiones

Pasado el cuarto de hora el Villarreal se atrevió a salir un poco más. Siempre con cautela, tocando y tocando, sin arriesgarse a perder el cuero. Fruto de ello llegó la mejor ocasión del primer acto. Fue Mario Gaspar, desde la frontal del área con una volea malintencionada con el exterior del pie, el que obligó a Jan Oblak a estirarse y meter una mano salvadora con la que mantener la portería a cero. De los de Emery destacaban Gerard Moreno y Moi Gómez. El internacional español estaba en todos lados y en cada acción decidía y lo hacía bien, trayendo de cabeza a los jugadores del Atlético.

Con el 0-0 se llegó al intermedio de un partido que presentaba pocas ocasiones de gol durante los primeros 45 minutos. La férrea defensa de ambos equipos no permitían una internada, un centro lateral ni un remate en un córner. Tras la reanudación el Villarreal le echó más agallas y lo demostró rápidamente. Pase en profundidad de Gerard Moreno y, otra vez, Mario Gaspar aparecía para poner a prueba a Jan Oblak. El esloveno ganó el duelo metiendo los puños a su disparo y en la contra, el hombre enmascarado, El Zorro del Villarreal, el Batman de Castellon City, Raúl Albiol, se llevó la amarilla por cometer falta sobre Luis Suárez.

Joao Félix, de más a menos

El Atlético dio un paso al frente ante la mejoría del Villarreal y trató de ser más directo hacia la portería de Sergio Asenjo, pero Luis Suárez seguía sin olerla. Pese al atrevimiento de ambos contendientes, las defensas seguían firmes y más rocosas que la de los 300 espartanos. Se superaba la hora de juego y llegaban las tres primeras sustituciones: Llorente, Carrasco y Diego Costa por Koke, Correa y Luis Suárez. El uruguayo pasó desapercibido por segundo partido consecutivo después de aquel fulgurante debut en el que anotó dos tantos.

También tuvo minutos un Héctor Herrera que apunta a la salida antes del cierre de la ventana de fichajes. El mexicano entró por Joao Félix, que estuvo muy desaparecido en el segundo acto. El Atlético volvía a mostrar una imagen más plana. Contra el Huesca generó peligro y asedió el arco rival, pero frente al Villarreal, tal vez por la enjundia del rival, le costaba mucho. En cambio, el que hacía lo que quería era Gerard Moreno. Superaba a cualquier adversario, pero sus compañeros no le acompañaban en los últimos metros.

En los últimos minutos el Atlético insistió, pero no dejaba de toparse con la zaga amarilla. Llorente centró y Albiol se anticipó a Diego Costa justo cuando el de Lagarto iba a chutar a bocajarro. Todo apuntaba a que el choque finalizaría con tablas a nada, pero el corazón se les encogió a los colchoneros en el 89′ cuando Gerard Moreno empaló una volea que cruzó demasiado y se perdió cerca del poste de la portería de Jan Oblak. Los tres minutos que añadió Hernández Hernández no hicieron más que alargar un choque que llegó al pitido final sin goles en el marcador.