Leire también trató de convencer a un confidente de la UCO de mentir para perjudicar a Ayuso
La 'fontanera' Leire Díez del PSOE quiso fabricar una conspiración para perjudicar a Ayuso
El empresario alertó de una empresa ligada a Koldo en 2021 y rechazó mentir cuatro años después

La fontanera del PSOE Leire Díaz trató de ampliar su red de influencia hasta J.L.C., el confidente de la UCO que en 2021 alertó por primera vez sobre las actividades irregulares de Koldo García. Según ha podido saber OKDIARIO, Leire Díaz propuso al informador y empresario mentir sobre el origen de la denuncia del caso Koldo, sugiriéndole que afirmara falsamente que él había proporcionado datos clave a un ex cargo de la UCO que ahora trabaja en la Comunidad de Madrid para que el PP de Isabel Díaz Ayuso denunciara esas sospechas. En realidad, la denuncia partió de información ya publicada en prensa.
La operación de Leire Díaz buscaba desacreditar la investigación del caso judicial de Jose Luis Ábalos sugiriendo que procedía de una conspiración orquestada desde Madrid, cuando los hechos demuestran que Caramés se limitó a denunciar que Sortis, empresa ligada a Ábalos y Koldo, tenía estructuras offshore en Panamá, contradiciendo el ideario del PSOE sobre paraísos fiscales.
J.L.C. recibió una propuesta directa para verse con Leire Díaz y Javier Pérez Dolset con el objetivo de frenar el escándalo para el PSOE del caso Koldo y de paso controlar otro caso de hidrocarburos, el caso Gaslow. La estrategia diseñada por la militante socialista incluía convencer al empresario investigado para que mintiera y dijera que él que trabajaba con confidente del ex agente de la UCO Juan Vicente Bonilla en una supuesta conjura con el Partido Popular madrileño.
El plan requería que J.L.C. afirmara falsamente que él dio los datos clave para que el PP de Ayuso denunciara el caso Koldo. Esta narrativa falsa buscaba presentar las investigaciones judiciales como una operación política dirigida desde la Comunidad de Madrid contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
La realidad, sin embargo, desmonta esta construcción artificiosa. La denuncia del PP madrileño partió de datos ya publicados en prensa y J.L.C. se limitó a denunciar lo que conocía de Sortis por un socio amigo suyo. Esa empresa colaboró con Correos con un macrocontrato por trabajos tecnológicos. Esa compañía tenía vínculos con Panamá y los whatsapps que ahora airean medios de izquierda para tratar de desacreditar a la UCO.
J.L.C. ocupa una posición central en el origen del caso Koldo. Fue él quien el 5 de abril de 2021 –escasos meses después del pelotazo de las mascarillas– facilitó al entonces capitán de la UCO Juan Vicente Bonilla las primeras sospechas sobre Koldo. Se erigió como el confidente que destapó la trama que posteriormente salpicó al núcleo del Gobierno socialista. No obstante, no lo hace en un contubernio con el PP de Ayuso, tal como Ferraz quería trasladar.
La importancia de J.L.C. como testigo clave explica el interés de la red de Leire Díaz por neutralizar su testimonio mediante la construcción de una versión alternativa de los hechos que beneficiara al PSOE.
El empresario mantuvo una relación fluida con el agente Bonilla, con el que se escribía por WhatsApp en tono informal. En un mensaje del 8 de abril de 2021, Bonilla respondió a las informaciones sobre Koldo: «Muy estimulante lo que nos contaste. Ve manteniéndome informado porque sería gozoso un achuchón de ese tipo». Se trata de chats personales que precisamente la UCO debió excluir del sumario del caso Gaslow por ser opiniones privadas sin interés para la causa pero que, sin embargo, han llegado a las partes personadas.
Conexión ‘fake’ con Ayuso
La estrategia de vincular falsamente a Isabel Díaz Ayuso con el origen de las denuncias forma parte de un plan más amplio para desprestigiar las investigaciones judiciales. Juan Vicente Bonilla, el ex capitán de la UCO que recibió las primeras alertas sobre Koldo, fue contratado por el Gobierno madrileño en 2023 como gerente de Seguridad Corporativa del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). Este miércoles Ayuso ha asegurado no conocer a Bonilla a preguntas en rueda de prensa.
El fichaje de Bonilla en una consejería madrileña ha sido utilizada por sectores afines al PSOE para sugerir una conspiración, ignorando que la cronología de los hechos desmiente tal interpretación. Las primeras alertas sobre Koldo datan de 2021, mientras que el fichaje de Bonilla por Madrid se produjo cuatro años después.
En marzo de 2022, el PP madrileño denunció varios contratos concedidos a Soluciones de Gestión SL, pero esta denuncia se basó en noticias de periódicos de los años anteriores, no en filtraciones confidenciales proporcionadas por J.L.C..
Al inicio de la pandemia, ya varios medios se hicieron eco en abril de 2020 que esa empresa, que luego se descubrió que controlaba Víctor de Aldama, no tenía experiencia en gestión de grandes contratos sanitarios y que había sido investigado por la Fiscalía Anticorrupción por pagar sobornos en Angola. Ya era público que algo olía mal. También un abogado zaragozano, Ramiro Grau, ya había presentado denuncias ante las sospechas de corrupción en eso encargos millonarios de mascarillas.
El caso Koldo tiene sus raíces en la denominada operación Delorme, una investigación sobre presuntas comisiones millonarias en contratos de mascarillas. La conexión con las tramas de hidrocarburos surge precisamente porque el grupo de Koldo impulsó reuniones para favorecer a una operadora nueva Villafuel, que defraudó presuntamente más de 100 millones.
J.L.C. había sido confidente en investigaciones previas sobre fraude fiscal en el sector energético, donde empresas utilizaban estructuras societarias en paraísos fiscales para eludir impuestos. Su conocimiento de estas prácticas le permitió identificar irregularidades en las empresas vinculadas a la trama de Koldo y Ábalos. La denuncia sobre las estructuras de Sortis en Panamá se conocieron tras la difusión de los Papeles de Panamá públicamente. No era una filtración confidencial.
La propuesta de Leire Díaz a J.L.C. refleja la sofisticación de la operación socialista para reescribir los procedimientos judiciales. Al intentar convencer al primer confidente de que mintiera sobre el origen de las denuncias, la red del PSOE buscaba crear una versión alternativa que presentara las investigaciones como una maquinación política.
Esta estratagema requería la colaboración del testigo clave para construir una narrativa exculpatoria que desplazara la responsabilidad desde los imputados socialistas hacia una supuesta conspiración del PP madrileño.
El rechazo del empresario e informador a participar en esta operación de manipulación testimonial frustró los planes de la fontanera socialista, manteniendo intacta la credibilidad de las investigaciones judiciales.
La aproximación a este otro empresario investigado forma parte del entramado más amplio orquestado por Leire Díaz para controlar las causas judiciales sensibles al PSOE. Junto con los contactos a Alejandro Hamlyn, Rubén Villalba y otros empresarios imputados, el intento de captación del confidente histórico del caso Koldo demuestra la amplitud de la operación.
La estrategia incluía no sólo la colocación de abogados afines, sino también la manipulación de testimonios clave para construir versiones alternativas de los hechos que beneficiaran al partido en el poder.
Esta tupida red de influencias buscaba ejercer un control integral sobre el desarrollo de las causas judiciales, desde la defensa legal hasta la construcción de narrativas públicas favorables al PSOE.
La operación de Leire Díaz para convencer a J.L.C. de mentir contra Ayuso revela hasta qué punto el PSOE está dispuesto a pervertir la Justicia para salvaguardar sus intereses. Cuando los hechos no favorecen al partido de Pedro Sánchez, la solución no es asumir responsabilidades, sino fabricar coartadas a través de testimonios falsos que conviertan a las víctimas en verdugos y a los investigadores en conspiradores.