PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 16

El Atlético gana con lo mínimo y siembra muchas dudas

Horrible segunda parte del equipo, abroncado por su afición y salvado por Oblak

Morata y Correa atienden al reclamo de Simeone y vuelven a marcar gol

19ª victoria consecutiva en el Metropolitano, a sólo una de igualar el récord

Atlético Almería
El Atlético gana con lo mínimo.
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

El Atlético gana con lo mínimo, pero siembra muchas dudas y acaba abroncado por su afición, descontenta por una segunda parte indigna. El Almería, colista de la categoría, metió a los de Simeone en su propia portería y sólo las intervenciones de Oblak evitaron la zozobra. El equipo ya emitió muy malas señales ante el Mallorca en el Metropolitano y las ha vuelto a repetir hoy a sólo tres días de recibir a la Lazio en el último partido de la fase de grupos de la Champions.

La única buena noticia de una matinal estropeada, además por supuesto del resultado, es que el Atlético recupera a sus delanteros. Morata y Correa retomaron la contundencia que su entrenador les pidió en la previa y volvieron a ver portería después de una sequía que empezaba a ser preocupante. Griezmann en cambio se quedó sin acercarse aún más a Luis Aragonés en un partido en el que no se vio ni de lejos su mejor versión.

El Almería se mantuvo en pie el tiempo que tardaron los rojiblancos en sacudirse las legañas de la matinal. Gil Manzano les amnistió a los cinco minutos anulando desde el VAR un gol de Griezmann que era absolutamente legal, pero fue sólo un pequeño retraso en una ejecución anunciada. A los 17 minutos el francés le robó un balón a Pozo, habilitó a Morata y el madrileño diseñó una jugada de dibujos animados driblando primero a César Montes y luego a Maximiano para marcar a portería vacía con su pierna menos hábil. Un golazo ante el que ni siquiera el infame Gil Manzano pudo replicar nada. Es la diana número 50 del madrileño con la camiseta rojiblanca.

El 1-0 hundió al colista, que desparramó todas sus miserias sobre el césped del Metropolitano y se convirtió en víctima propiciatoria de un Atlético hambriento que se fue a por el partido por la vía rápida. Cuatro minutos más tarde Llorente levantó la cabeza en el área para advertir que Correa estaba totalmente solo en el punto de penalti. El argentino sólo necesitó acompañar el balón para llevarlo al fondo de la red y acabar con una sequía que ya duraba diez jornadas. Es su tanto número 73. Ya está en el top 20 de máximos goleadores del club.

El 2-0 aplacó la voracidad rojiblanca y dio paso a un tramo en el que el Almería forzó varios córners, pero sin ser capaz de obtener el menor resultado. De Paul sí estuvo cerca del 3-0 en un saque de falta que Maximiamo envió a la esquina, pero el primer tiempo ya no dejó más alteraciones en un partido que al descanso dio la impresión de estar medianamente resuelto, aunque por si acaso Simeone fue conservador y mandó de regreso al campo a los mismos jugadores que lo habían abandonado.

Consciente de que no tenía nada ya que perder, el Almería volvió combativo del vestuario y forzó algunas ocasiones, en especial en un cabezazo de Embarba que exigió al máximo a Oblak a los 52 minutos. Simeone empezó a verle las orejas al lobo y mandó al vestuario a De Paul y Morata, pero antes de que Memphis y Saúl pudieran entrar en contacto con el balón el partido viró hacia un lado inesperado. A los 61 minutos Baptistao recogió un rechace del meta esloveno y lo mandó al fondo de la red para encender todas las alarmas.

De repente lo que parecía un paseo militar se convirtió en una pesadilla. Arribas tuvo dos veces el empate, pero primero tiró fuera el balón y luego volvió a ser providencial Oblak, lo que convenció a Simeone de que era necesario dar un golpe de timón. Riquelme, Nahuel y Giménez se incorporaron al partido y se marcharon Azpilicueta, Correa y Lino para afrontar la recta final con el objetivo de mantener un resultado que estaba en peligro.

Baptistao dejó en vilo al estadio con un disparo que repelió Oblak mientras el Atlético desperdiciaba varios contragolpes claros. Al final se llegó con la máxima agonía posible porque el Almería rondó una y otra vez el empate ante los pitos del estadio, muy descontentos por la bajada de brazos de su equipo en la segunda parte. Son 19 victorias consecutivas en el Metropolitano, pero las señales que está emitiendo el equipo son muy preocupantes.

La jornada es muy positiva para el Atlético pase lo que pase en Girona esta noche porque ya le ha recortado dos puntos al Madrid y en el peor escenario le restará tres a uno de los dos catalanes. Sin embargo lo que toca ahora es cambiar el chip y mutar a modo Champions porque, aunque el equipo ya está clasificado, el objetivo es ser primero de grupo y eludir a los cocos en octavos de final.

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