Copa del Rey: Real Madrid - Melilla

Asensio ha vuelto y amenaza el puesto de Bale

Marco Asensio brilló con luz propia ante el Melilla

El balear, jugando en la derecha, amenaza la titularidad de Bale

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Asensio celebra junto a Odriozola uno de sus goles. (Getty)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Marco Asensio ha vuelto a ser el futbolista que el Santiago Bernabéu espera de él. Ese jugador imponente, que encara, al que se le caen los goles y asiste a sus compañeros si el equipo rival le intenta amordazar. El balear hizo una primera parte escandalosa contra el Melilla en un partido que estaba para reivindicarse y que espera que alguien tirase la puerta abajo.

Candidatos había muchos. Mariano quería marcar, Vinicius Jr gustar, Isco reconciliarse y el que finalmente calló muchas bocas con su juego fue un Asensio –no ‘Ausencio’ como le llaman sus detractores– jugando por la banda derecha y destrozando a la zaga visitante con su desparpajo.

Tras un buen cuarto de hora del Melilla, Asensio tomó los galones que se le presuponen para convertirse en el amo y señor del partido de Copa del Rey. Jugando por la derecha –el coto de caza privado de Gareth Bale y últimamente de Lucas Vázquez–, Marco demostró que ese es su sitio y que sólo necesita confianza para dar réditos.

Inició el primer gol madridista pasada la media hora arrancando desde la medular, dejando a varios rivales por el camino con desborde y finalizando con su zurda de tiro cruzado. Un golazo, sin apelativos, que dejó bien claras las cualidades de Asensio: velocidad, descaro, disparo preciso y gol.

Pero Asensio quería más y más. La puerta estaba lista para ser derribada y dos minutos después tras una galopada por la izquierda de Vinicius demostró nuevamente que tiene instinto asesino. Remató de primeras el centro del brasileño y definió por el palo corto. Otro ejemplo de todo su potencial.

Y por si fuera poco, el balear terminó la primera mitad regalando el tercer gol a Javi Sánchez. Esperó a que el central estuviese habilitado para poner un centro por encima de los defensas rivales y dejar a su compañero sólo contra el arquero rival.

El show no terminó en la primera mitad. En la segunda, bajando un poco el pistón, dejó sólo a Odriozola con el portero rival con un pase picado, pero su compañero fue derribado en un penalti indultado al Melilla. A 15 minutos del final, Marco sacaría de nuevo la moto para iniciar la jugada del quinto gol atrayendo a toda la defensa rival y dejando en bandeja el tanto que ansió durante todo el encuentro Vinicius.

El madridismo se ha vuelto a ilusionar con la reaparición de Asensio, un futbolista llamado a marcar época si tiene confianza. Solari tomó buena nota de ello.

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