Un árbitro italiano podría ser sancionado con un partido por negarle el saludo a la juez de línea
Juan Luca Sacchi, árbitro italiano, está en el centro de la polémica por negarle el saludo a su asistente durante el Lecce-Sassuolo
Tanto la AIA como la juez de línea, Francesca Di Monte, aseguran que no se trata de un gesto sexista
El árbitro italiano Juan Luca Sacchi podría ser sancionado con al menos un partido por el comité de árbitros italiano tras no saludar a su asistente Francesca Di Monte durante el Lecce-Sassuolo, correspondiente a la octava jornada de la Serie A. Los hechos tuvieron lugar antes del inicio del encuentro, cuando los jugadores están en la salida del túnel de vestuarios y se disponen a saltar al terreno de juego junto a los árbitros.
Estaban todos preparados para salir al campo, Sacchi llegó y saludó primero a Ferrari, capitán del Sassuolo, luego se gira y Di Monte le tiende la mano para estrechársela. Cuando parece que el árbitro va a chocársela, le ignora y se la da a Strefezza, capitán del Lecce, mientras la juez de línea pone una cara de circunstancias y asombrada ante lo que acababa de suceder.
La imagen ha sido muy criticada en Italia y el gesto conllevará una sanción de al menos un partido para Juan Luca Sacchi por negarle el saludo a su juez de línea. No obstante, el colegiado italiano ha pedido perdón y calificó lo ocurrido como un «error por descuido». Pero sus disculpas parece que no son suficientes para librarse de la sanción por ese «error» y se especula con que le metan un partido de sanción.
Pese a que Sacchi ha pedido disculpas y ha calificado lo sucedido como un «error por descuido» no se va a librar del castigo: «Evidentemente, no vi que Francesca me estrechaba la mano. Negar un saludo a un colega, ya sea hombre o mujer, es un gesto que no entiendo en absoluto», explicó el colegiado. El jefe de designaciones arbitrales de la Asociación Italiana de Árbitros, Gianluca Rocchi, le quitó hierro al asunto y dijo que no se trata de un gesto sexista sino de un gesto «involuntario y mal interpretado».
«Desde que llegas al estadio hasta que regresas a casa hay que ser impecable en cada detalle, precisamente para no caer en meteduras de pata como ésta. Con decenas de cámaras repartidas por casi todo el interior del estadio, cada situación, incluso la más pequeña, debe abordarse con claridad», dijo Rocci al respecto de la polémica.
La asistente defiende al árbitro italiano
La propia protagonista de la historia, Francesca Di Monte, salió al paso para defender al árbitro italiano y aseguró que la relación entre ellos es «espléndida» y que «al final del partido nos reímos juntos del episodio». «Mi cara se ve asombrada porque me tomaron por sorpresa. Lamento que un simple gesto de malentendido haya sido calificado así: leí palabras fuertes hacia un colega que no mostró ninguna falta de respeto y hacia un gesto instintivo que fue definido como sexista», explicó en declaraciones a la agencia Ansa.
«En la previa al partido, todavía en el túnel, el árbitro saluda a los capitanes mientras nosotros tenemos nuestro momento de saludo en el terreno de juego antes del saque inicial», añadió la árbitro asistente sobre la polémica generada después de que Sacchi le negara el saludo cuando ésta le había tendido la mano.
La AIA le resta importancia a la polémica
La Asociación Italiana de Árbitros señaló en boca del jefe de las designaciones arbitrales que «hay que excluir absolutamente un gesto sexista y, evidentemente, también una vergüenza personal. Para nosotros el problema no existe, fue sólo un gesto involuntario y mal interpretado». «Más bien sorprende que estemos hablando de sexismo dentro de una asociación que ha hecho de la demolición de todas las barreras de género uno de sus principales objetivos alcanzados», agregó la AIA.
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