El adiós a la Champions provoca un socavón mínimo de 20 millones

Las cuentas del club pasaban por alcanzar los cuartos de final mínimo

La venta de activos en el mercado de enero pasa a ser un objetivo prioritario

La vuelta del Pupas o la noche en la que ningún atlético pudo dormir

Simeone: «No tengo dudas de que la Champions me cuesta»

Simeone, cabizbajo
Simeone, cabizbajo
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

Si la situación económica del Atlético ya era delicada, la temprana eliminación de la Champions la convierte en desesperada. El club dejará de ingresar un mínimo de 20 millones de euros entre el market pool y el fijo de 10 millones que estaba garantizado por el acceso a octavos de final, pero es que además también se esfuma la posibilidad de llegar a cuartos de final, que era la meta que se habían marcado en la entidad para contrarrestar el hecho de que no se hubiera podido traspasar a ningún jugador en verano. Ahora la venta de activos en enero se presenta como la única vía de escape para no entrar en quiebra.

Mantener la actual plantilla y cuerpo técnico sin los ingresos de la Champions es imposible. De hecho ya lo era en verano, pero se consiguió capear el temporal asumiendo sacrificios, como dejar escapar a Carlos Soler o renunciar a fichar a otro delantero centro. Tener que quedarse en la plantilla con Morata y a Saúl, este último con un salario de 7 millones de euros netos, condicionó el final del mercado y ha sido un lastre que ha marcado un primer tercio de temporada desastrosa, culminado con la eliminación de la Champions y una distancia de ocho puntos en la Liga con respecto al Real Madrid.

La idea original de Gil Marín era mantener todo igual hasta junio de 2024, fecha en la que expiraba el contrato de Simeone. Ahí se cerraría un ciclo que culminaría con la venta de las acciones que ha controlado la familia Gil desde 1987. Sin embargo ahora puede que la situación económica obligue a adelantar los plazos previstos, incluso por lo que se refiere a la situación del entrenador, aunque el Atlético, bajo ningún concepto, se va a plantear nunca la destitución del Cholo. Debe ser él el que debe un paso que no parece que esté en su cabeza, al menos a corto plazo.

Al Atlético le quedan cuatro partidos para echar el telón a esta deprimente primera fase del curso. Tres de Liga (Cádiz, Espanyol y Mallorca) y uno de Champions en Oporto donde está obligado a replicar el resultado del Bayer Leverkusen si no quiere incluso quedarse fuera de la Europa League. A partir de ahí, un parón de casi un mes y medio a causa del Mundial en el que va a haber muchísimo movimiento de despacho porque es necesario traspasar futbolistas para poder acabar la temporada. Por supuesto el primer nombre que está sobre la mesa es el de Joao Félix, cuya relación con Simeone está rota. El problema será encontrar quien quiera pagar la cantidad que pide el Atlético por el portugués, por quien, según fuentes oficiales, se rechazó el pasado verano una oferta de 130 millones de euros procedente del Manchester United.

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