Vista obligatoria para cualquier amante de la arquitectura: estos son los dos templos clásicos que esconde Barcelona

Barcelona esconde dos templos clásicos que quizás nadie hubiera imaginado que tendrá tan cerca, una visita obligatoria para cualquier amante de la arquitectura. La riqueza cultural es algo que quizás nunca hubiéramos imaginado y que está muy presente en este país.

Una opción que realmente se ha convertido en toda una novedad que nos trasladará a la parte más antigua de la ciudad. Barcino fue una ciudad romana que se esconde debajo de las calles que han dado lugar a la importante ciudad que estamos viviendo.

Estos son los dos templos clásicos que esconde Barcelona

Los templos clásicos que esconde Barcelona son una auténtica muestra de la riqueza cultural que puedes visitar siempre que te apetezca. Una opción de lo más recomendable que nos enlazará directamente a un pasado de hacer unos años que quizás no conocíamos.

La Barcino romana está muy presente por debajo de la cuidad original que esconde hasta un templo al emperador Augusto. Uno de los más representativos de la época romana que tiene su papel principal en una Barcelona que no todo el mundo conoce tan bien como parece. Quizás, aunque vivas en ella, nunca has descubierto qué es lo que esconde estos grandes edificios que están muy presentes.

Este lugar es ya emblemático por los amantes de la arquitectura que conocen perfectamente cómo se gestó el descubrimiento de un templo, dedicado al culto imperial al fundador de esta ciudad. Un elemento que puedes visitar y que quizás nunca antes hubieras imaginado que esté tan cerca.

En la calle Paradís número 10, en pleno barrio gótico es donde encuentras este templo de Augusto que no es el único. Es uno de los más destacados, aunque solo quedan unas columnas en pie, dado que han pasado miles de años desde su construcción es todo un logro haber podido rescatar esta joya de la arquitectura imperial de la época.

Habrá llegado el momento de empezar a pensar en una visita a un sitio que está en pleno corazón de una de las zonas históricas del país, por lo que lo podemos visitar siempre que lleguemos a Barcelona. Toma nota de cómo visitar estas ruinas de un templo que seguro que te impresionará ante el hecho de que sigue estando en pie después de muchos años.

Es una visita obligada para todos los amantes de la arquitectura

 

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El museo de historia de Barcelona es el encargado de gestionar este templo de Augusto del que nos dan más datos desde su página web. Todo un enclave de visita obligada si te gusta la arquitectura o el arte y quieres descubrir en primera persona que se esconde detrás de este elemento.

Tal y como nos indican: “El templo de Augusto de Barcelona fue un templo romano dedicado al culto imperial a Augusto erigido en Barcino, colonia fundada con el permiso de dicho emperador, que con el paso del tiempo se ha convertido en la ciudad de Barcelona. Fue la parte central del foro, en la cima del monte Táber. Fue derrumbándose con el paso del tiempo, pero a finales del siglo XIX se hallaron tres de sus columnas en las obras de construcción de la sede del Centre Excursionista de Catalunya. Una cuarta columna se encontraba expuesta en la plaza del Rei de la Ciudad Condal y fue incorporada al conjunto que ahora se puede visitar. Es probable que la construcción del templo se iniciara en época de Tiberio, que fue quien instituyó el culto a Augusto.”

El otro elemento del que quedan algunos elementos son el fórum de barcino, el lugar en el que se reunían los primeros pobladores y del que hemos aprendido mucho más de lo que parece. Tal y como nos indican los plafones informativos de esta ciudad y restos del pasado romano en la ciudad: “El templo de Augusto presidía el foro, una plaza porticada en el cruce de las calles principales. En este espacio se ubicaban los edificios administrativos y se centraba la actividad política, religiosa, económica y social. El templo y el foro eran la plasmación en el urbanismo del Estado en el que estaba integrada la colonia. Los personajes acomodados aprovechaban el espacio público como escenario para su actividad política. Se representaban con estatuas sobre pedestales donde se detallaba su carrera, al igual que dejaban constancia en los grandes equipamientos públicos de los que les había pagado.”

Por lo que este tipo de elementos son los que nos apetecerá descubrir un pasado histórico de la mano de estos dos templos romanos que son los que marcaron el pasado más lejano de una ciudad que tuvo su relevancia en época romana. Barcino sigue estando por debajo de la ciudad que vemos surgir ante las calles de una ciudad que nunca descansa.