El truco que jamás te habían contado: así puedes convertir tu lavadora en una secadora
Tu lavadora puede convertirse en una secadora como por arte de magia con un truco que puede cambiarte la vida
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Tu lavadora puede convertirse en una secadora como por arte de magia con un truco que puede cambiarte la vida. A la hora de lavar nuestra ropa es indispensable que tengamos todo en orden, invertir el menor tiempo posible y usar este tipo de trucos. En un solo electrodoméstico y sin gastar una fortuna en electricidad, puedes conseguir un 2 en 1, una lavadora-secadora. Toma nota de cómo convertir tu lavadora en una secadora de forma fácil y rápida, utilizando elementos que seguramente tienes en casa.
Podrás convertir tu lavadora en una secadora con este truco que jamás te habían contado
Convertir tu lavadora en una secadora es un proceso que nos costará menos de lo que parece, solo necesitamos seguir un pequeño truco que puede cambiar la forma de hacer la colada. Nos ponemos manos a la obra con un lavado convencional de la ropa. Añadiendo los productos que solemos poner en la lavadora.
Dependiendo de la potencia de este elemento conseguiremos más o menos resultados. Empezaremos a crear una casi secadora, poniendo al máximo el centrifugado. Con este último paso de la lavadora conseguiremos que se elimine el exceso de agua. Después de que llegue este elemento será más fácil lograr que la ropa quede seca.
Una vez tenemos la ropa limpia será el momento de secarla a la velocidad de la luz, para conseguirlo, necesitamos una toalla seca. Colocamos la toalla en la lavadora junto a las prendas que acabamos de lavar. El hecho de haber pasado estas prendas por un primer centrifugado ya habrá conseguido que estén casi secas.
Faltará este segundo paso, con la toalla seca y un segundo centrifugado nos quedará una ropa totalmente seca. Habremos convertido nuestra lavadora en una secadora usando elementos que tenemos en casa y la propia energía de la lavadora. Dependiendo de su potencia puede quedar más o menos seca la ropa.
La ropa la debemos guardar directamente, no hará falta que la tendamos o colguemos para que se seque, pero será igual de importante colocarla bien. De lo contrario, nos pueden quedar arrugas, algo que nos obligará a pasar más tiempo pendientes de la ropa hasta que quede bien.
Con la ayuda de este truco ahorraremos tiempo y recursos y conseguiremos una ropa cuidada por mucho menos de lo que parece, menos euros en una secadora o en gastar más luz.
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