Tecnología de los 90 que hoy son carne de coleccionista
Han pasado ya más de 20 años desde que los años 90 llegaran a su fin. Hoy recordamos cómo vivíamos en aquella época a nivel tecnológico, pero lo cierto es que las cosas han cambiado muchísimo y a pasos agigantados en los últimos años. La tecnología de los 90 no puede compararse a la de 2020, pero igualmente, y en muchos sentidos fue revolucionaria, y hoy en día muchos de estos aparatos se consideran de coleccionista.
Solo hay que mirar hacia la década de los 90 para saber que fue una época dorada para la tecnología que dio paso a lo que hoy tenemos. Fueron unos años donde los avances llegaban a los hogares españoles de manera constante y donde era complicado ir a un hogar donde, por ejemplo, habría internet.
Hoy en día todo esto es impensable, pero la tecnología de la época nos dejó algunos aparatos que hoy en día son auténticos objetos de coleccionista, que guardan toda una manera de vivir y de recordar esta década de los 90.
El Discman
Primero llegó el Walkman, un objeto preciado para todos los amantes de la música. Pero, cuando encontrábamos a algún familiar o amigo con la última moda en cuanto a sonido, en los años 90, nos referíamos al Discman. Fue toda una revolución y estuvo durante varios años siendo el objeto de deseo de todos los jóvenes modernos de la década.
Hoy en día, el Discman es muy raro verlo por la calle, aunque se siguen vendiendo CDs de música. También se venden los nuevos Discman, que tienen su público en plena era del siglo XXI y no son precisamente baratos ya que podemos encontrar algunos hasta por 60 euros.
El Domo de Telefónica
La casa que no ha tenido Domo de Telefónica no supo en los 90 lo que era entrar a la modernidad por la puerta grande. El Domo fue, en cierto modo, el primer teléfono inteligente del mundo, aunque fijo. Con él podíamos ver el número de la gente que nos llamaba, tener una agenda e incluso escribir mensajes, toda una proeza allá por 1992.
Poco después llegaron, a mitad de los 90, los primeros teléfonos inalámbricos y móviles, por lo que el Domo se quedó anticuado rápidamente. Aún así, este teléfono se resiste al paso del tiempo y no es casual verlo en más de una casa española en la actualidad, a pesar de que los números fijos personales cada vez se usan menos.
Máquinas de escribir
Aunque las máquinas de escribir llevaban circulando años ya por todo el mundo, los 90 fueron sus años de mayor boom en nuestro país. Era muy fácil ver máquinas de escribir en cualquier casa, incluso lo más moderno de la época era entregar trabajaos realizados y escritos a máquina de escribir.
Además, en muchos barrios y ciudades españolas, eran normal ver academias de escritura a máquina, que después fueron sustituidas poco a poco por academias de informática.
Game Boy vs Game Gear
Después de que los jóvenes de los 90 se acostumbraran a un tecnología tan revolucionaria como las videoconsolas, los 90 fue la década donde llegó otra pequeña revolución: las consolas portátiles.
En este sentido dos fueron las auténticas joyas que todo el mundo quería tener en su casa: por un lado la Game Boy de Nintendo y su Mario Bros; y por otro lado la Game Gear de Sega, con Sonic.
Ambas fueron un rotundo éxito y daban la posibilidad de tener tus juegos favoritos con los que jugabas en casa, en una consola portátil para salir a la calle. Una auténtica revolución tecnológica.
El Tamagotchi
Si a los jóvenes de hoy en día les cuentas que uno de los avances tecnológicos de los 90 era una mascota virtual que había que alimentar cada día y no dejar que llorase porque se moría, pensarán que estábamos un poco aburridos por aquella época.
Pero lo cierto es que el Tamagotchi creado en 1996 por Bandai fue todo un éxito en nuestro país y era muy habitual estar en clase y ponerse una alarma para dar de comer a tu mascota. La mayoría tenían nombre y morían un par de veces al día.
El disquete
Los primeros ordenadores que llegaron a España fueron una auténtica revolución para todos. La cantidad de posibilidades, sin internet, ya eran infinitas. Una de las características de estos primeros ordenadores en España eran los disquetes, el dispositivo que se utilizaba para guardar la información en la que podían caber hasta 1,44 megas de capacidad.
No se podrá olvidar jamás los intentos fallidos por jugar a los mejores juegos del mercado que venían en seis, siete o nueva disquetes que tenías que meter uno tras otro y esperar que tu ordenador los cargara todos sin problema. Si la carga no era correcta a volver a empezar.
Poco después, los ordenadores más modernos evolucionaron hasta el CD que supuso un avance nunca visto en cuanto a comodidad, seguridad y capacidad que nunca antes había existido. Pero como todo en tecnología, pronto los CDs quedaron obsoletos para pasar a los discos duros.
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