La relación entre el eclipse lunar de marzo y los eclipses solares

El eclipse lunar ocurre cuando la Luna se desplaza detrás de la Tierra desde la perspectiva del Sol. Durante la fase de totalidad, la Luna puede adquirir tonalidades variadas debido a la refracción de la luz solar a través de la atmósfera terrestre. Este fenómeno, llamado luna de sangre, se debe al hecho de que la Luna no emite su propia luz, sino que refleja la luz del Sol. El próximo eclipse lunar está programado para el 25 de marzo.

Durante un eclipse lunar total, la luz solar atraviesa la atmósfera terrestre, permitiendo que únicamente las longitudes de onda más largas y rojas lleguen a la Luna. La tonalidad exacta que adopta la Luna en este fenómeno está influenciada en gran medida por la cantidad de polvo en la atmósfera terrestre. La presencia de este polvo puede modificar e intensificar el color que observamos en el satélite natural al absorber la luz filtrada.

Tipos de eclipses lunares

Cuando se produce un eclipse lunar, la Luna, la Tierra y el Sol se alinean, y la sombra de la Tierra cubre la Luna. Durante este evento, la Luna puede adquirir tonalidades rojizas o doradas debido a la dispersión de la luz solar a través de la atmósfera terrestre. Este fenómeno, conocido como «luna de sangre», se produce porque la luz azul se filtra a través de la atmósfera, permitiendo que solo las longitudes de onda rojas alcancen la Luna.

Hay tres tipos de eclipses lunares:

• El primero es el eclipse penumbral, que sucede cuando la Luna atraviesa la penumbra, la parte exterior de la sombra de la Tierra. Este tipo de eclipse es generalmente poco perceptible desde la Tierra.
• Luego está el eclipse lunar parcial, como el próximo que se espera, que es más visible, ya que la Luna pasa a través del centro de la sombra de la Tierra y se oscurece parcialmente.
• Por último, está el eclipse lunar total, cuando la Luna se sumerge completamente en la sombra de la Tierra y adquiere un tono rojizo. Este evento es conocido como «luna de sangre» o «luna roja».

Ocurren anualmente, con una frecuencia que depende de la posición de la Luna en relación con la Tierra. Los eclipses lunares son más comunes que los eclipses solares y suelen ocurrir durante la luna llena.

A diferencia de un eclipse solar, donde la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, en un eclipse lunar es la Tierra la que se interpone entre el Sol y la Luna. Durante un eclipse lunar, no se requieren gafas de sol ni protección ocular especial para observarlo, y se puede observar a simple vista desde cualquier lugar de la Tierra. Sin embargo, un eclipse solar solo es visible desde ciertas partes de la Tierra.

Frecuencia

Los eclipses lunares no ocurren exactamente 12 veces al año debido a la inclinación de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, que difiere aproximadamente cinco grados de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Esta diferencia hace que la Luna no siempre atraviese la sombra proyectada por la Tierra.

La oportunidad de observar un eclipse lunar desde un lugar específico depende de la posición del observador en relación con la Tierra. Para presenciar un eclipse lunar, el observador debe encontrarse en la parte de la Tierra que está en el lado nocturno en ese momento.

Aunque los eclipses lunares pueden ocurrir de una a seis veces al año desde un punto específico en la Tierra, es posible observar varios eclipses si se producen durante la noche. Esto es diferente en el caso de los eclipses solares, que la NASA señala que pueden ser visibles desde un mismo lugar solo una vez cada 375 años, en promedio.

Eclipses solares

Los eclipses solares son eventos astronómicos impresionantes que ocurren cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean de manera que la Luna proyecta su sombra sobre la Tierra.

Uno de los tipos más espectaculares de eclipses solares es el eclipse solar total. Durante este evento, la Luna pasa directamente entre el Sol y la Tierra, bloqueando completamente la cara del Sol.

Por otro lado, tenemos el eclipse solar anular, que se da cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, pero se encuentra en su punto más alejado de la Tierra o cerca de este. En esta situación, la Luna parece más pequeña que el Sol y no logra cubrirlo por completo, dejando visible un anillo de luz alrededor del disco oscuro de la Luna.

El eclipse solar parcial es otro tipo común de eclipse solar. En este caso, la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, pero no están perfectamente alineados.  Finalmente, existe el eclipse solar híbrido, que puede cambiar entre un eclipse anular y uno total a medida que la sombra de la Luna se desplaza sobre la superficie curva de la Tierra.