El Registro Civil lo impide: los nombres que no puedes ponerle a tu hijo en España

En España, aunque los padres tienen derecho a elegir el nombre de su hijo, la legislación establece una serie de normas muy estrictas para su inscripción en el Registro Civil dentro de los ocho días naturales posteriores al nacimiento. En primer lugar, la Ley del Registro Civil de 2011 regula aspectos fundamentales sobre nombres y apellidos en España, priorizando la igualdad de género en materia de apellidos. Esto quiere decir que los padres pueden decidir el orden de los apellidos de sus hijos, sin preferencia automática del apellido paterno. Si no hay acuerdo, se puede resolver mediante un sorteo.

Por otro lado, cabe señalar que en la actualidad existe una gran libertad para elegir nombres, aunque con ciertas limitaciones para evitar aquellos que sean contrarios a la dignidad de la persona o que puedan causar confusión en la identificación. En ningún caso se permiten nombres malsonantes o que perjudiquen de alguna manera al niño, y se debe considerar el interés del menor. El encargado del Registro Civil, un letrado de la Administración de Justicia, es quien decide sobre la adecuación de los nombres y apellidos según la ley.

Los nombres que están prohibidos en España

En primer lugar, en España están prohibidos los nombres que puedan perjudicar o afectar a la dignidad del menor, como Hitler, Caín o Stalin, y términos ofensivos como Loco o Caca. También se prohíbe repetir nombres entre hermanos vivos y el uso de más de un nombre compuesto o más de dos nombres simples.

Por otro lado, puede haber restricciones sobre nombres que no sean comunes o que puedan resultar en confusión pero, en general, nombres como África o Atenas sí están permitidos. La normativa no prohíbe en absoluto el uso de nombres relacionados con lugares geográficos, siempre que se ajusten a los criterios generales de dignidad y no causen confusión.

Mientras, la reciente modificación en la Ley del Registro Civil, que parece provenir de la legislación relacionada con personas trans, introduce una limitación en cuanto a la identificación de nombres que corresponden con el sexo o identidad de género.

La norma sugiere que la correspondencia del nombre con el sexo o la identidad sexual de la persona no debe ser un criterio relevante para la identificación. Esto implica que la asignación de nombres no debe basarse únicamente en estereotipos de género o en la identidad sexual percibida, sino que debe ser más inclusiva y flexible.

Históricamente, nombres subversivos, en lenguas regionales o extranjeras, o diminutivos estaban prohibidos, aunque estas restricciones han desaparecido en su mayoría.

La normativa del siglo XXI se basa en principios de igualdad. Esto significa que el sistema de asignación de nombres y apellidos debe ser equitativo y no discriminatorio. Los nombres se deben elegir respetando la dignidad del niño, por lo que es importante evitar que los nombres sean malsonantes o que puedan tener connotaciones negativas.

Los nombres más comunes

En España, los nombres más populares para los recién nacidos del último año fueron Martín para los varones, con 3.224 niños, y Lucía para las niñas, con 3.539 recién nacidas. Estos nombres han liderado las preferencias de los padres, según un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque otros nombres como Mateo, Hugo, Sofía y Martina también son comunes, ninguno de ellos ha alcanzado la frecuencia de uso de nombres más tradicionales como Antonio y María del Carmen, que aún dominan a nivel general en la población española.

Lucía ha sido el nombre femenino más popular durante dos décadas, predominando en varias comunidades autónomas como Aragón, Madrid y Valencia. Por su parte, Martín ha ganado popularidad en regiones como Asturias, País Vasco y Galicia. Sin embargo, existen variaciones regionales en las preferencias de nombres. En Andalucía, nombres tradicionales como Manuel y María siguen siendo los favoritos, mientras que en Canarias, Valeria y Liam ocupan los primeros puestos. Estas tendencias reflejan tanto la continuidad como el cambio en las preferencias de nombres en España, donde los nuevos nombres comienzan a reemplazar de manera gradual a los más tradicionales.

Hombres y mujeres

En el caso de los varones, Antonio lidera con 614.853 registros, seguido por Manuel y José, que también son comunes. Francisco, David y Juan destacan entre los nombres más usados, mientras que José Antonio y Francisco Javier son los nombres compuestos más frecuentes.

En cuanto a nombres femeninos, María del Carmen es el más común, con 630.253 registros, seguido por María y Carmen. Otros nombres tradicionales como Ana María, Laura y María Pilar también son populares. Además, nombres como Isabel, Ana Teresa y Marta cierran el listado de los más recurrentes, mostrando la preferencia por denominaciones clásicas y arraigadas en la cultura española.

En conclusión, estas son las limitaciones que existen a la hora de ponerle el nombre a un recién nacido en España, así como los nombres más comunes para niños y niñas en la actualidad.