Gastronomía

El pueblo de España al que Eva Longoria siempre vuelve por la gastronomía: perdido en las montañas

Eva Longoria
Imagen de Eva Longoria en el póster de su nuevo programa para CNN. (Foto: redes sociales)
Blanca Espada

Muchos son los pueblos de los que podemos presumir en España. Cada uno con su encanto, costumbres y también como no, gastronomía. Pero existe un pueblo en concreto que enamora a toda una estrella de Hollywood, ya que es el origen de su familia. Nos referimos al pueblo de Llongoria en Asturias y que recientemente fue visitado por Eva Longoria para un nuevo programa de televisión, en el que la actriz repasa su origen español, descubriendo los rincones más especiales de nuestro país, y también deleitándose con su gastronomía.

Llongoria, una diminuta aldea escondida en las montañas asturianas, donde apenas viven una treintena de personas y donde el tiempo parece haberse detenido, es el lugar al que regresa siempre que puede la actriz Eva Longoria. Conocida por sus papeles en series como Mujeres Desesperadas, pocos imaginarían que Eva Longoria siente devoción por un lugar tan humilde y discreto como este rincón del norte de España. Pero lo cierto es que su vínculo con Asturias es real, profundo y cargado de emoción. No sólo por su historia familiar, que la une a este lugar a través de su noveno bisabuelo, sino también por la manera en la que este paisaje y su gastronomía le han conquistado el alma.

«España es para vivir», confesaba en una entrevista y así lo muestra en su nuevo programa, en el que la vemos no sólo visitar el pueblo de sus ancestros, sino que además la vemos disfrutar con su comida de la que confiesa que la fabada es su plato favorito e incluso, deleitándose con algo muy típico de Asturias: la sidra.

El pueblo de España al que Eva Longoria siempre vuelve

El nombre del pueblo no es casualidad: Llongoria no sólo es el origen del apellido de la actriz, sino también el punto exacto desde donde parte su historia familiar. Ubicada en el concejo de Belmonte de Miranda, en plena parroquia de San Martín de Lodón, esta aldea de apenas unas casas de piedra es el lugar donde vivió uno de sus ancestros, Lorenzo Suárez de Longoria. Desde entonces, generaciones han pasado, pero el lazo se mantiene intacto.

El paisaje es tan puro como se espera en Asturias: montañas cubiertas de verde, vacas pastando , y un aire que huele a leña y humedad. Pero lo que convierte a Llongoria en un lugar especial no es sólo  su estampa rural, sino la autenticidad de su gente y su cocina. No es de extrañar que Eva Longoria, con todo su glamour, se sienta allí más ella misma que en cualquier otro sitio.

De hecho, en una ocasión declaró: «Quería comprar la Casa Longoria, está en ruinas, pero es muy conocida. Le dije a mi marido: ‘Pepe, la quiero’. Y él me dijo: ‘Eso no es una casa, son solo piedras’. Pero quizá se pueda arreglar…». Esa casa solariega del siglo XVII aún conserva el escudo familiar, y aunque no puede visitarse por dentro, desde la carretera puede verse su silueta.

Una mesa llena de sabor asturiano

Pero más allá de sus orígenes, hay una razón por la que Eva Longoria siempre regresa: la gastronomía asturiana. Y es que el norte de España no sólo conquista por lo que se ve, sino también por lo que se come. La actriz lo ha dicho sin rodeos: le encanta la sidra, el queso, y especialmente la fabada, que tal y como menciona en el avance de su nuevo programa «es mi comida favorita».

La tierra de los cuarenta quesos

Asturias es tierra de quesos, y eso no es un dicho cualquiera. Se elaboran más de 40 variedades artesanas, muchas de ellas en pequeñas queserías familiares, donde el saber se transmite de generación en generación. Es el caso del afuega’l pitu, el gamonéu, el casín, uno de los más antiguos de Europa, y, por supuesto, el mundialmente conocido cabrales.

Y si hay algo con lo que casan perfectamente estos sabores es con la sidra. La bebida más asturiana, elaborada con manzanas autóctonas. Se escancia con destreza, y como muestra Longoria en su programa, se comparte con alegría, y forma parte de cualquier reunión o celebración.

Un lugar donde el tiempo se detiene

Llongoria no tiene centro comercial ni restaurante de moda. Sus casas están separadas por prados, y las calles son de piedra. Pero ahí está su encanto. En este pueblo donde apenas llega la cobertura, Longoria ha encontrado algo que no puede comprarse: una forma de estar en el mundo sin ruido, sin prisa y sin artificios.

Y no está sola en su amor por este rincón. El concejo de Belmonte de Miranda, al que pertenece Llongoria, se está convirtiendo en destino de aquellos que buscan experiencias auténticas. Puedes encontrar propuestas de senderismo, rutas por bosques atlánticos, alojamientos rurales con encanto y, quién sabe, quizás de repente te encuentres también con toda una estrella de Hollywood.

Lo último en Curiosidades

Últimas noticias