Nicolás Copérnico es considerado el padre de la astronomía moderna gracias a su teoría heliocéntrica del Sistema Solar. Tardó 25 años en desarrollarla, pero a través de ellas el mundo supo que los planetas giraban alrededor del Sol, además de orden en el que están situados en el Sistema Solar y los movimientos que realiza la Tierra. Fue el gran legado que nos dejó antes de morir en el 1543, ya que su teoría fue publicada el mismo año de su fallecimiento.
Sin embargo, Nicolás Copérnico, un hombre del Renacimiento versado en Derecho, Medicina, Griego, Filosofía y Astronomía nos dejó grandes enseñanzas a lo largo de su vida, muchas de ellas nos han dejado a través de frases que han pasado a la historia.
Hoy en el blog de Curiosidades de OK Diario queremos recordar las citas más célebres de Nicolás Copérnico:
- Como sentado en un trono real, el Sol gobierna la familia de planetas que giran alrededor suyo
- Además, dado que el Sol permanece parado, lo que aparece como movimiento del Sol es debido realmente al movimiento de la Tierra
- Saber que sabemos lo que sabemos y saber que no sabemos lo que no sabemos, ese es el verdadero conocimiento
- Si por casualidad hay charlatanes que, aun siendo ignorantes de todas las matemáticas, presumiendo de un juicio sobre ellas por algún pasaje de las escrituras, malignamente distorsionado de su sentido, se atrevieran a rechazar y atacar esta estructuración mía, no hago en absoluto caso de ellos, hasta el punto de que condenaré su juicio como temerario
- No estoy tan enamorado de mis propias opiniones que ignore lo que los demás puedan pensar acerca de ellas
- Las matemáticas se escriben para los matemáticos
- El cielo de las estrellas fijas es lo más alto de cuanto es visible
- El movimiento de la Tierra sola basta para explicar tantas desigualdades aparentes en los cielos
- En medio de todo está el Sol. Pues, ¿quién en este bellísimo templo pondría esta lámpara en otro lugar mejor, desde el que se pudiera alumbrar todo?
- Que nadie espera nada seguro de la astronomía, pues nada cierto nos ofrece; si al abandonar esta disciplina alguien toma por verdadero lo que fue hecho para otro uso acabará más loco que al meterse en ella