Lo estás haciendo mal y es peligroso: los motivos por los que debes lavar la cafetera según un experto


Para muchas personas, el café no es una simple bebida; es una rutina, un momento sagrado o incluso una forma de empezar el día con el pie derecho. Preparar café en casa se ha convertido en todo un arte, especialmente cuando se trata de la clásica cafetera italiana, también conocida como moka. Su diseño icónico y su capacidad para elaborar un café intenso y aromático la han mantenido vigente por generaciones. Sin embargo, junto con el amor por esta pequeña máquina, han surgido hábitos y creencias que no siempre son beneficiosos, como por ejemplo que lavar la cafetera con detergente puede arruinar el sabor del café.
Bajo esta lógica, muchas personas han optado por limitarse a un simple enjuague con agua caliente, creyendo que así «protegen» el sabor original del café. Lo que pocos saben es que esta práctica puede ser contraproducente para la salud y que, en realidad, no lavar adecuadamente la cafetera puede traer más consecuencias negativas que beneficios.
¿Por qué es tan importante lavar la cafetera?
Desde fuera, una cafetera italiana puede parecer limpia. No hay manchas evidentes, no huele mal y el café sigue teniendo ese aroma que tanto nos gusta. Sin embargo, esto no significa que realmente esté libre de residuos. Los aceites que se acumulan con cada uso se oxidan con el tiempo, y los restos de café molido pueden quedarse atrapados en pequeños rincones, especialmente en las juntas o en la válvula de presión.
Estos residuos no sólo afectan el sabor del café con el paso del tiempo, volviéndolo más amargo o incluso rancio, sino que también pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y moho, especialmente si la cafetera se guarda húmeda o no se desmonta para secar bien todas sus partes.
Ander Iglesias, nutricionista y divulgador, explica que, al lavar mal la cafetera, ésta se convierte en un ambiente ideal para el crecimiento de microorganismos. Aunque muchos de estos microbios no representen un peligro letal, sí pueden provocar malestares digestivos, infecciones leves o reacciones en personas con sistemas inmunes más delicados. Y lo más inquietante es que estos problemas pueden comenzar a aparecer sin señales visibles.
Una de las razones por las que tanta gente evita el jabón es la creencia de que dejará residuos que afectarán el sabor del café. Si bien esto es posible si se usa un detergente muy perfumado y no se enjuaga bien, la realidad es que, usando un jabón neutro y aclarando correctamente con abundante agua, no hay riesgo alguno.
El metal de la cafetera no absorbe olores ni sabores si se enjuaga bien. Por lo tanto tanto, lavar la cafetera con jabón no sólo es seguro, sino recomendable. Esta idea de que el sabor del café «mejora» con los aceites acumulados es más mito que verdad: lo que realmente mejora el sabor del café es el uso de buenos granos, una molienda adecuada y una limpieza regular de la cafetera.
Cómo limpiarla paso a paso
Mantener en buen estado la cafetera italiana es fundamental para disfrutar de un café de calidad y evitar problemas de salud derivados de la acumulación de residuos. Estos son los pasos a seguir:
- Lo primero que debes hacer es separar todas las piezas de la cafetera: la tapa, el depósito de agua, el filtro metálico, la junta de goma y la válvula.
- o primero que debes hacer es separar todas las piezas de la cafetera: la tapa, el depósito de agua, el filtro metálico, la junta de goma y la válvula. Muchas veces, los restos de café y los aceites se quedan atrapados en zonas difíciles de ver, así que desmontarla por completo es clave para una limpieza efectiva.
- Enjuaga con abundante agua. Asegúrate de eliminar cualquier residuo de jabón. El sabor del café puede verse alterado si quedan restos de detergente.
- Nunca guardes la cafetera húmeda. Déjala secar al aire completamente o sécala con un paño limpio. La humedad favorece la aparición de moho y bacterias.
Muchas cafeteras italianas modernas son aptas para el lavavajillas, especialmente las de acero inoxidable. Si tienes dudas, revisa las instrucciones del fabricante. Eso sí, hay que tener cuidado con las juntas de goma y otras piezas delicadas que pueden deteriorarse con el calor o los detergentes más agresivos del lavavajillas.
En definitiva, tomarse una buena taza de café va más allá del grano que eliges o del método que usas. También implica cuidar las herramientas que hacen posible ese momento. La cafetera italiana, con todo su encanto tradicional, no es inmune a las reglas básicas de higiene. Limpiarla correctamente, con jabón suave y enjuague abundante, no arruina el sabor del café; al contrario, lo preserva. Así que, si el café es parte de tu día, dedica unos minutos a cuidar tu cafetera. Tanto tu paladar como tu cuerpo te lo agradecerán.