Giro de 180º en las botellas de plástico: el cambio que llega tras los tapones fijos


La normativa que obligaba a fijar el tapón a las botellas de plástico generó un gran revuelo, ya que muchos usuarios se quejaban de que el sistema era incómodo de utilizar. Sin embargo, la Unión Europea continúa con su estrategia para reducir los residuos plásticos: desde el 1 de enero de 2025, todas las «botellas PET» destinadas a bebidas deben contener al menos un 25 % de plástico reciclado. Para 2030, el salto normativo será más ambicioso: el 30 % de contenido reciclado en todas las botellas plásticas, junto con mejoras en diseño (ecodiseño), reutilización y eficiencia de reciclaje.
Asimismo, algunos documentos ponen sobre la mesa una meta del 65 % reciclado para 2040, aunque eso dependerá de las negociaciones políticas futuras. Esta medida forma parte de la normativa europea sobre plásticos de un solo uso, que también establece una serie de objetivos de contenido reciclado: para 2025, el objetivo es que el 77 % en peso de las botellas de plástico sean recogidas de forma separada, y en 2029 la cifra será del 90%.
El gran cambio que llega a las botellas de plástico
El 1 de enero de 2025 entró en vigor la obligación de que las botellas fabricadas con tereftalato de polietileno (PET) contengan al menos un 25 % de plástico reciclado, tal y como establece la Directiva (UE) 2019/904, conocida como la Directiva sobre plásticos de un solo uso (SUP): «las botellas para bebidas enumeradas en la parte F del anexo cuyo principal componente en la fabricación sea el tereftalato de polietileno («botellas PET») contengan al menos un 25 % de plástico reciclado».
Según la Comisión Europea, esta disposición busca «incrementar el uso de plásticos reciclados en el embalaje y fomentar la economía circular». Para 2030, la normativa prevé que todas las botellas de bebidas fabricadas en plástico deberán contener al menos un 30 % de plástico reciclado.
Estas obligaciones forman parte del Reglamento (UE) 2025/40, también denominado PPWR (Packaging and Packaging Waste Regulation): «el Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR), en vigor desde el 11 de febrero de 2025 y aplicable 18 meses después, busca reducir la cantidad de envases y residuos generados, disminuir el uso de materias primas vírgenes y avanzar hacia una economía circular y climáticamente neutra para 2050. Su objetivo es que todos los envases comercializados en la UE sean reciclables de forma económicamente viable antes de 2030, aumentando el uso seguro de plásticos reciclados. La norma incluye restricciones a plásticos de un solo uso, obligaciones para la reutilización en hostelería y límites a sustancias preocupantes como los PFAS».
Impactos para la industria y desafíos técnicos
Para los fabricantes de envases y bebidas, la nueva obligación supone un gran reto. Deberán adaptar las líneas de producción, garantizar la calidad del material reciclado y asegurar que las propiedades de los envases no se vean comprometidas. Algunos de los retos técnicos son:
- Las plantas de reciclaje deberán garantizar suficientes cantidades de PET reciclado de calidad alimentaria para satisfacer la demanda adicional.
- Los materiales reciclados deben cumplir estándares de pureza, homogeneidad y certificación para uso alimentario.
- Habrá mecanismos normativos para supervisar que los porcentajes de reciclado se cumplan, mediante declaraciones, verificaciones y sanciones.
Los principales objetivos son la reducción de los residuos de envases mediante la minimización del uso innecesario de materiales, la promoción del reciclaje a través de requisitos sobre reciclabilidad y porcentajes mínimos de material reciclad y la mejora de la compatibilidad medioambiental mediante obligaciones de reutilización y regulaciones específicas.
Reciclaje de plástico en Europa
«Cada año, entre 19 y 23 millones de toneladas de plástico se vierten en los suelos, ríos y océanos. Esto tiene un impacto negativo en los ecosistemas y afecta directamente a los medios de vida de las personas, a la capacidad de producción de alimentos y al bienestar social. En 2019, los plásticos generaron 1.800 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el 3,4% de las emisiones globales, y gran parte de estas emisiones provinieron de su producción y conversión a partir de combustibles fósiles. Para 2060, las emisiones procedentes del ciclo de vida de los plásticos pueden triplicarse.
En 2024, el Parlamento Europeo aprobó nuevas normas para reducir, reutilizar y reciclar los residuos de envases en la UE. Estas normas obligan a los Estados miembros a reducir la cantidad total de residuos de envases per cápita en comparación con 2018 en un 5 % para 2030, un 10 % para 2035 y un 15 % para 2040. También se establecen disposiciones específicas para reducir los residuos de envases de plástico. A partir del 1 de enero de 2030, se prohibirán ciertos tipos de envases de plástico de un solo uso. Además, para 2029, deberá recogerse de forma separada el 90 % de los envases de bebidas de plástico y metal de un solo uso (de hasta tres litros)», detalla el Parlamento Europeo.
En definitiva, la Unión Europea exige desde enero de 2025 que las «botellas PET» destinadas a bebidas contengan al menos un 25% de plástico reciclado. Los objetivos son reducir la huella del plástico virgen, fomentar el reciclaje y acercarse a un modelo de economía circular.