Una escapada ideal a esta playa española considerada como una de las mejores por sus aguas turquesas

Ahora que poco a poco se va acercando el verano, seguro que ya estás pensando en tu próximo destino de playa para disfrutar del buen tiempo. En la Comunidad Valenciana se encuentran varias de las mejores playas de España, entre ellas una que cumple todos los requisitos que le exigimos a una playa: fácil acceso, aguas limpias y cristalinas y libre de masificación.

La Granadella – Jávea

Se trata de La Granadella, a 10 kilómetros al sur localidad de Jávea. Pertenece al Parque Forestal de Granadella. Durante los años 2012 y 2013 fue considerada la mejor playa de la Comunidad Valenciana. Una cala de 160 metros de longitud que es un auténtico paraíso para los amantes del submarinismo por sus aguas cristalinas. Es fácil llegar hasta ella y cuenta con todos los servicios.

Aunque no está tan masificada como otras playas cercanas, el número de visitantes ha crecido de forma significativa en los últimos años durante los meses de buen tiempo. Aún así, merece mucho la pena visitarla ya que el entorno natural es impresionante. La cala se encuentra encajonada entre enormes acantilados rocosos, y es un rincón estupendo para bañarse y tomar el sol, así como para practicar deportes acuáticos como el submarinismo o el snorkel.

Aunque cuenta con algunas construcciones en la colina y a pie de playa, La Granadella conserva su aspecto más natural y salvaje, y este es parte de su atractivo. En lo que respecta a los servicios con los que cuenta, es una plata muy bien equipada: socorrista, duchas y lavapiés, sombrillas y tumbonas, aseos públicos, restaurantes y servicio de alquiler de tablas de paddle surf y kayaks.

Castillo de Granadella

Si estás en la zona, te recomendamos hacer la ruta de senderismo al Castillo de Granadella. Se trata de un circuito circular de 4,5 kilómetros cuyo tiempo estimado es de entre dos y tres horas, de dificultad media.

El Castillo de Granadella es una antigua fortaleza semicircular cuyo origen data de la primera mitad del siglo XVIII. Fue construido sobre los restos de una pequeña torre musulmana como batería de costa. Aunque actualmente se encuentra en ruinas, se calcula que tuvo una altura de 17 metros repartidos en dos plantas.

A escasos metros de la torre se encuentra en buen estado de conservación un aljibe de planta rectangular que abastecía la fortaleza de agua. Desde el Castillo de Granadella hay unas vistas fantásticas del mar Mediterráneo. Una ruta que combina a la perfección la montaña y el mar.