Desvelamos 3 trucos muy sencillos (y muy baratos) para limpiar las lámparas y que queden como nuevas

La acumulación de polvo y suciedad en las lámparas afecta tanto su estética como la luminosidad que emiten. Para limpiar las lámparas y mantenerlas en buenas condiciones, no hace falta recurrir a los típicos costosos productos.

Con algunos trucos y materiales económicos, es posible mantener impolutos estos delicados objetos de la casa, de forma efectiva y sin complicaciones.

1. Cómo limpiar las lámparas de tela

Las lámparas con pantallas de tela suelen acumular polvo y manchas de forma persistente. La limpieza de este tipo de material requiere de un enfoque suave para no dañar la tela y mantener su apariencia. Para lograrlo, sigue estos pasos:

1. Elimina el polvo superficial: utiliza un rodillo quita pelusas o un trozo de cinta adhesiva para retirar el polvo y las partículas adheridas.
2. Prepara una mezcla de bicarbonato de sodio: combina bicarbonato de sodio con agua hasta formar una pasta espesa.
3. Aplica la mezcla en las manchas: extiende la pasta sobre las áreas manchadas y déjala actuar hasta que se seque.
4. Retira los restos: con un cepillo suave o un trapo, elimina los restos de bicarbonato seco de la pantalla.

Este método permite limpiar las lámparas de tela de forma segura, evitando el uso de productos agresivos y prolongando la vida útil de la pantalla.

2. Cómo limpiar las lámparas de cristal o metal

Las lámparas de cristal o metal requieren una limpieza específica para mantener su brillo y evitar que la suciedad se adhiera al material. Este tipo de lámparas suele estar ubicado en zonas elevadas, como el techo, lo que puede dificultar su limpieza. Sin embargo, con los siguientes pasos, la tarea será mucho más sencilla:

1. Pulveriza una mezcla de vinagre y agua: mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua en una botella pulverizadora.
2. Aplica en la superficie del cristal: rocía la mezcla en la zona que deseas limpiar.
3. Limpia con un paño de microfibra: frota la superficie en movimientos circulares para retirar toda la suciedad.

El vinagre blanco es un desinfectante natural y eficaz que ayuda a mantener el cristal sin residuos ni manchas. Además, su evaporación rápida evita que queden marcas visibles.

3. Cómo limpiar las lámparas de madera

Las lámparas de madera requieren un cuidado especial para preservar la textura y el color natural del material. Al limpiar estas lámparas, es importante evitar el exceso de humedad y el uso de productos que puedan dañar la superficie. Para una limpieza efectiva, utiliza esta sencilla mezcla:

1. Mezcla vinagre blanco y aceite de oliva: combina partes iguales de vinagre y aceite de oliva.
2. Humedece un paño en la mezcla: empapa ligeramente un paño suave con esta solución.
3. Aplica en la lámpara de madera: limpia la madera con movimientos circulares y deja que el producto actúe unos minutos.
4. Seca con un paño limpio: elimina el exceso de producto para darle un brillo natural a la lámpara.

Este método permite limpiar las lámparas de madera sin dañar el material, proporcionando brillo y manteniendo el aspecto original de la madera.

Consejos adicionales para la limpieza de lámparas de techo

Las lámparas de techo, especialmente aquellas situadas en lugares altos, son difíciles de limpiar con frecuencia. Sin embargo, su mantenimiento es fundamental para evitar la acumulación de polvo y prolongar su vida útil.

Para facilitar la limpieza de estas lámparas, considera los siguientes consejos:

• Desconectar la corriente: siempre que sea posible, desconecta la electricidad antes de manipular lámparas, especialmente si incluyes la limpieza de bombillas en el proceso.
• Usa una escalera segura: las sillas o taburetes pueden ser accesibles, pero resultan menos seguras. Opta por una escalera que te permita alcanzar la lámpara sin riesgos.
• Prepara los utensilios: antes de comenzar, reúne todo lo necesario, como trapos de microfibra, cepillos suaves y la mezcla de limpieza correspondiente, para evitar subidas y bajadas de la escalera.

Estos pasos facilitan el proceso de limpieza de las lámparas de techo, permitiendo que queden libres de polvo y manteniendo la luminosidad óptima en el hogar.