Una andaluza cuenta lo que más le ha sorprendido de Cataluña y la gente no da crédito

Una andaluza que vivió en Lérida durante 7 años explica lo que más le ha sorprendido en Cataluña y la gente no da crédito. Hay una serie de obstáculos con los que se encontró esta joven que la ha dejado con la boca abierta. El choque cultura que existe entre zonas que son del mismo país es una realidad. Nos guste o no, nos enfrentamos a un cambio que puede acabar siendo el que marque una diferencia importante en el día a día. La prueba más real es la de esta mujer que se enfrentó a una de una sorpresa.

Cambiar de comunidad autónoma no es fácil. Nos enfrentamos a dejar nuestra zona de seguridad y tener que adaptarnos a algo totalmente nuevo. Habrá llegado, pues el momento de pensar en las recomendaciones de esas personas. Conocer qué es lo que más le impacto, desde la visión de una joven que dejó su Andalucía natal para vivir en Cataluña durante unos años. Un cambio importante que la llevó a pensar en todo lo que hay por delante y para lo que no dan crédito las personas que la escucha.

Lo que más sorprendió a esta andaluza cuando vivió en Cataluña

Lo primero que nos llama la atención y lo más básico cuando llegamos a un sitio nuevo, es la comida. Nos guste o no, estamos pendientes de una serie de ingredientes que pueden ser el que nos acompañe en estos momentos. Comer bien pasa por saber pedir y conocer los productos propios de cada lugar.

La primera palabra que le tocó aprender a esta joven, según sus redes sociales, fue ‘olivas’ es la manera en la que se refieren a las aceitunas. Siendo una de las pocas tapas que ponen y un básico para acompañar la cerveza en determinados lugares de estas ciudades del norte. Por lo que, es importante conocerlas bien.

El campo catalán, que también hace un buen aceite, las coloca en la primera posición en cuanto a buenas tapas se refiere, por lo que, debemos tenerlas siempre en mente y saber cómo se llaman. Con las aceitunas nunca habrá problema, se pueden comprar a buen precio y son bastante buenas, ya que son productores. Pero cuidado, porque el detalle que más marcó a esta mujer fue no poder desayunar una buena tosta de jamón serrano en Lérida capital.

La gente no da crédito

@elenayfamilyy Y aprovecho para felicitarles desde aquí el día de la Mona 🫶🏻🐣 #parati #curiosidades #catalunya #andalucia #fyp #experience ♬ sonido original – Elena&Family 🤍

Una buena tostada de jamón serrano es muy difícil de encontrar en Lérida a buen precio. Es la conclusión de este vídeo en el que una andaluza nos cuenta qué es lo que más le sorprendió de vivir en Cataluña. El jamón serrano no es una especialidad propia, pero se pueden encontrar buenas piezas.

Sobre todo, en tiendas especializadas, podemos descubrir ese sabor auténtico español. El jamón es lo que más se echa de menos fuera de nuestras fronteras, siendo uno de los embutidos que debemos tener siempre en la nevera. Con él, descubriremos una forma de saber en todo momento, qué es lo que nos espera con un desayuno contundente y delicioso.

Lo malo de este tipo de elemento, es que realmente no podemos encontrarlo en determinadas partes del país sin pagar su precio. Además, se suma al hecho de que se trata de un elemento que puede costarnos más al servirse en un bocadillo, que casi siempre tiene el pan con tomate y un buen aceite de oliva.

En eso son expertos los catalanes, nunca podrás probar un pan más delicioso. Especialmente cuando hacen lo posible para que se quede siempre perfecto, gracias a un poco de tomate que lo hace es humedecer este elemento que quedará de vicio con un buen chorrito de aceite de oliva que lo acompañe.

Esa combinación con un buen jamón debía ser lo máximo para esta andaluza, aunque debía pagar por ello. En Andalucía por 3 o 4 euros y en forma de tostada se puede comer muy buen ese desayuno o merienda típicamente española que ha traspasado fronteras y nos hace descubrir en primera persona una delicia que no tiene rival.

Para comer muy bien, es importante conocer los mejores sitios, ya sea de Cataluña o de cualquier parte del mundo. La manera más rápida, es preguntando a aquellos del lugar que conocen bien dónde están las mejores especialidades posibles a nuestra disposición, justo lo que necesitamos para degustar lo mejor de lo mejor.

Más allá de la comida, esta andaluza también habla de la primera vez que delante de él hicieron Castells. Esas torres humanas en las que, en lo más alto, sube un niño con un casco, exponiéndose a unos riesgos que no se entienden. Antes de la obligatoriedad del casco hubo más de una desgracia en favor de esta tradición cultural que es igual de espectacular que peligrosa.