Abebe Bikila, el hombre que ganó un maratón descalzo en los Juegos Olímpicos
Abebe Bikila es un etíope que a los 28 años y corriendo descalzo, ganó el maratón de los Juegos Olímpicos de Roma, el 10 de septiembre de 1960. Su nombre, como es lógico, ha pasado a los anales de la historia del deporte y del mundo. Pero, ¿por qué hizo lo que hizo?
Bikila asombró al mundo con su hazaña y pasó a la historia, pues no solo fue el primer africano en lograr una medalla de oro en las Olimpiadas, sino que rompió el récord mundial. Su tiempo fue de 2 horas, 15 minutos y 16 segundos.
Tras la victoria, los logros de Bikila continuaron, pues superó su propio récord, pero un accidente cambió el curso de los acontecimientos.
Abebe Bikila, una historia de determinación y heroísmo
Abebe Bikila nació en Etiopía en el año 1932 y pasó a la historia en las Olimpiadas de 1960, pues obtuvo una medalla de oro y rompió el récord mundial corriendo descalzo la maratón de 42 kilómetros.
En los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964, el atleta etíope volvió a participar y volvió a ganar la medalla de oro rompiendo la marca mundial con 2 horas 12 minutos y 11 segundos.
La última competición en la que participó fue la de México, en el año 1968, y tuvo que retirarse pasado el kilómetro 17.
En 1969, Bikila tuvo un accidente con su coche, el que le había sido otorgado por el gobierno como regalo por su victoria en los Juegos Olímpicos de Tokio, sufriendo una parálisis en el tren inferior de su cuerpo, lo que le impidió volver a correr.
“Los hombres de éxito conocen la tragedia”. Esta frase es la declaración de Bikila tras el accidente que acabó con su carrera. Agregó que era voluntad de Dios y que aceptaba la tragedia, así como aceptó sus victorias, pues tenía que hacerlo para aceptar los hechos de la vida y vivir feliz.
Esta filosofía de aceptación refleja la visión de vida de un hombre que legó en vida un ejemplo en todo el mundo, no solo por su perseverancia, pues fue capaz de lograr estas hazañas olímpicas, y pasó a la historia también por su fortaleza moral y la capacidad de aceptar circunstancias adversas.
Abebe Bikila murió el 25 de octubre de 1973 a causa de una hemorragia cerebral, pero es recordado hoy por el mundo entero y es un personaje especial en Etiopía. Una de sus frases más celebres es: “Quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, ha ganado siempre con determinación y heroísmo”.