ACS impulsa el arte y la cultura con sus obras
El ser humano aprecia la belleza desde hace siglos. No sólo porque alivie el alma, sino también porque cobijarse en el interior de un espacio estéticamente cuidado, bien ejecutado y pensado con bases humanistas, donde progresar y socializar, brinda un disfrute muy especial a las personas en su conjunto.
Pocas cosas hay más sobrecogedoras que adentrarse por la puerta de una iglesia, un gran museo o un teatro, donde uno se siente un ente muy pequeño armoniosamente arropado. La arquitectura, de hecho, siempre ha sido uno de los símbolos de los avances y progreso de la civilización. Prueba de ello es que, cada una de las culturas que han poblado el mundo han dejado su impronta, su forma de vida y su manera de relacionarse con el mundo que las rodeaba a través de una vasta huella arquitectónica.
Los monumentales edificios dedicados al mundo de la cultura del presente serán contemplados por las generaciones futuras, como nosotros miramos al pasado. De este modo, tendrán la oportunidad de entender y comprender un poco mejor nuestra manera de ocio, disfrute y placer cultural gracias a nuestras construcciones, resultado de patrocinios, donaciones o mecenazgos de grandes compañías que llevan la acción social en su ADN.
En este escenario, merece la pena destacar el caso de Grupo ACS, una de las grandes compañías españolas que han levantado y remodelado espacios culturales muy importantes en varios puntos del mundo como el MOMA de Nueva York, la Ópera de Praga o el Museo del Louvre en Abu Dhabi, entre otros. De hecho, es probable que muchos de nosotros hayamos visitado estos lugares, hayamos disfrutado del arte plástico y la música sin saber que tienen la huella imborrable de una firma española.
MOMA de Nueva York, un espacio más cercano para los viandantes
El MOMA de Nueva York, que abrió sus puertas en 1929, es uno de los espacios museísticos más importantes del mundo al custodiar una colección de 200.000 obras de arte moderno y contemporáneo. Entre ellas, destacan, por ejemplo, ‘Las Señoritas de Avignon’ de Picasso, una obra que supone el comienzo de una nueva era en el arte, ‘La persistencia de la memoria’ de Dalí, el Action Painting de Pollock, obras del matrimonio Albers, Max Ernst o Lea Krasner, entre otros.
Ubicado en el Midtown de Manhattan, tomó un gran impulso sobre todo con los artistas europeos que llegaban a EEUU huyendo de la guerra y, más tarde, gracias a movimientos tan importantes como el Expresionismo Abstracto y el Pop Art.
Desde su inauguración, el MOMA ha ido haciendo mejoras y ampliaciones para poder tener más obras en depósito y, además, dando mucho más espacio a los visitantes. La última renovación del museo la hizo Turner, filial de ACS, en seis fases de cuatro años y sin cerrar el espacio al público.
Esta renovación, inaugurada en 2019, ha permitido ganar un 30% de espacios expositivos, además de dotar al edificio de mayor funcionalidad y conectarlo mejor con la trama urbana de la ciudad. La fachada de vidrio, las nuevas salas situadas al nivel de la calle y la planta baja, ahora abierta, dotan al conjunto de mayor transparencia con el objetivo de acercar el arte a quienes transiten por las calles del corazón de la ciudad.
Es más, desde el punto de vista expositivo, con esta obra el MOMA ganó más espacio para poder exponer obras de mayor tamaño, de diferentes disciplinas artísticas y que se puedan relacionar de una manera más directa con los aficionados al arte.
Museo del Louvre de Abu Dhabi, un crisol de culturas
Inaugurado en 2017, el Museo del Louvre en Abu Dhabi es una de las grandes apuestas culturales de Francia en el extranjero. El éxito de este espacio, sin duda, se basa sobre todo en la calidad de sus muestras temporales, así como el nivel de su colección permanente y su imponente arquitectura.
El museo, donde se dan cita en armonía el espacio y la materia, es obra del arquitecto francés Jean Nouvel, galardonado con el Premio Pritzker. El creador se dejó llevar por el paisaje, así como por las súper dimensiones de Saadiyat, una isla virgen entre la arena y el mar, entre la sombra y la luz.
Esta mezcla de estilos es más prominente en la cúpula de 180 metros de diámetro, que crea un efecto de iluminación dramático cuando la luz natural pasa a través de la estructura entrelazada de estilo mushrabiya que parece flotar sobre una pequeña ciudad árabe tradicional.
Belleza e innovación en la Ópera de Praga
La belleza de este espacio dedicado a la música es innegable. La Ópera Estatal de Praga fue reabierta ceremoniosamente en 2020 tras una ambiciosa renovación por parte de Hotchtief, exactamente 132 años después de su espléndida inauguración como Nuevo Teatro Alemán en 1888.
Durante la remodelación, la compañía respetó al máximo la construcción original de estilo del Neo-Renacimiento y Neo -Arquitectura rococó, aunque sí que se apostó por la mejora en la ingeniería de construcción y por aplicar las últimas tecnologías en ballet, orquesta y coro.
Centro Cultural East Kowloon en Hong Kong
La huella cultural de ACS también está impresa en el Centro Cultural East Kowloon en Hong Kong. En concreto, las obras de este espacio tienen la experiencia en infraestructuras e ingeniería de Cimic, la filial de la compañía en Asia Central.
El proyecto incluye la construcción de un edificio de tres plantas, tres estudios con capacidad de entre 120 y 250 asientos, así como un auditorio con capacidad para 1.200 personas, un teatro con 550 asientos y una zona bajo el escenario, entre otras instalaciones.
Ampliación del Museo del Prado, cálida y luminosa
Cerramos en Madrid, donde ACS llevó a cabo la ampliación del Museo del Prado de Rafael Moneo. Una obra que ha permitido, entre otras cosas, acoger a cada día más visitantes en una de las pinacotecas con la colección más ambiciosa del mundo. Desde El Bosco o Pradillo hasta Goya, Velázquez y Rubens están resguardados en esta inmensa arquitectura esperando a ser contemplados.
El proyecto, articulado en dos áreas diferentes contempló por un lado el edificio que preside en alto junto a la iglesia de los Jerónimos y, por otro, la pieza que lo engarza con el Museo de Villanueva.
El primero se construyó en torno al viejo claustro, el cual brinda luz a dos salas de exposiciones temporales unidas mediante un paralelepípedo de cristal cuyo extremo superiorsobresale en el pavimento del claustro, recogiendo la luz de la cubierta acristalada.
El edificio de enlace, que tiene forma de cuña, se levantó con la dificultad de estar emplazado sobre el sótano existente del Prado. Avanza bajo la calle Ruiz de Alarcón hacia el edifico del claustro y contiene el auditorio, sala de conferencias, sala de exposiciones temporales además de las complejas zonas de recepción y circulación interna de piezas de arte.
Todo ello oculto gracias a una plataforma ajardinada que remite a los jardines de la Ilustración. La complejidad de la obra obligó a desmontar la arquería del Claustro de los Jerónimos, trasladar y restaurar las piedras numeradas para posteriormente volver a colocarlas.